Cuenta atrás para borrar un símbolo del feísmo en la ribera del Miño

La Voz SALVATERRA

SALVATERRA DE MIÑO

Mónica Torres

Los vecinos de Salvaterra celebran la compra de un edificio cubierto de mugre y grafitis desde hace años

18 dic 2024 . Actualizado a las 19:11 h.

Cuenta atrás para borrar del mapa uno de los edificios más grotescos y discordantes de la ribera del Miño. Se trata del edificio de bajo y cuatro plantas que quedó sin rematar por la crisis del ladrillo y que desde hace más de dos décadas está malográndose en la rúa Miño de Salvaterra.Un gigante inacabado que ha sido testigo de la decadencia urbana, cubierto de grafitis, mugre y con partes tapiadas. Su silueta ha sido una herida abierta en uno de los municipios mejor cuidados de la ribera del Miño, y, por fin, los vecinos ven la luz al final del túnel.

Según ha podido confirmar La Voz, el edificio ha sido adquirido, se está llevando a cabo el cierre de los bajos por seguridad y se está arreglando la acera con las conexiones a las redes generales. Falta ahora saber si se podrá mantener parte de la estructura o se demolerá para levantar sobre la parcela otro edificio residencial o algún otro proyecto vinculado a la hostelería como un hotel. Salvaterra es uno de los municipios que más ha engordado su padrón en los últimos años por lo que cualquiera de los planes sería bienvenido y, en cualquier caso, la noticia de la compra ha sido ya recibida como un triunfo para el vecindario que lleva años esperando a que desaparezca este mamotreto que, al parecer hay que demoler por potenciales problemas estructurales.

El inmueble aparece aún a la venta por 568.000 euros en portales inmobiliarios que lo ofrecen como una «excelente oportunidad para adquirir un suelo con edificación a demoler». A pesar de su aspecto desolador, el edificio sigue siendo una pieza central de una zona clave para Salvaterra: el área de ocio, comercio y restauración del municipio, que atrae un gran número de turistas gracias a su proximidad con la estación de tren y la fortaleza local.

Además, esta operación coincide con otro gran proyecto en marcha: la mejora de la conexión del puente internacional con la PO-315 que está acometiendo la Xunta. La actuación se centra en un tramo de algo más de 350 metros, lo que va desde la calle Rosalía de Castro hasta la de Fontoura, con un plazo de ejecución de los trabajos de seis meses. Las obras consisten en la pavimentación de los viarios con una mejora del firme, que incluye una capa de regularización; construcción de las aceras unificando sus anchos y mejorando y unificando el diseño de los accesos a los garajes.

También se llevará a cabo a construcción de alcantarillas y red de alumbrado, así como la señalización horizontal de la carretera y la reposición del arbolado, una obra que abarca un tramo de 350 metros, desde la calle Rosalía de Castro hasta la de Fontoura. Todo esto apunta a que la zona, principal vía de conexión con Portugal, experimentará una transformación significativa en los próximos meses.