El PP vuelve a abrir en Soutomaior el curso político tras recuperar la Diputación

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela REDACCIÓN / LA VOZ

SOUTOMAIOR

Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, y Feijoo, en el castillo de Soutomaior, en el 2015.
Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, y Feijoo, en el castillo de Soutomaior, en el 2015. XOAN CARLOS GIL

Feijoo y la cúpula popular regresarán a la localidad pontevedresa siete años después del veto impuesto por Carmela Silva

24 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Es bajo la sombra de una carballeira donde mejor sabe lucir músculo el PP gallego. Y nada mejor que regresar a un lugar emblemático, aunque en este predominen más los castaños, para presumir de esa fortaleza. Alberto Núñez Feijoo y la plana mayor de su partido, así como el presidente gallego Alfonso Rueda y el resto de líderes del PPdeG, volverán este domingo al Castelo de Soutomaior para recuperar allí el inicio del curso político tras siete años de veto de la Diputación de Pontevedra, propietaria del lugar.

La actual senadora socialista y expresidenta del ente provincial, Carmela Silva, negó a los populares en el 2016 mantener su tradición de inaugurar allí la vuelta a la actividad política. En una carta dirigida al PP en el verano del 2015, el bipartito PSOE-BNG que dirigía la institución provincial prohibió la celebración del acto político aludiendo a los «usos non permitidos» para ese edificio histórico. «Dixéronnos que non sen máis explicacións e non imos discutir», lamentaba el entonces presidente del PP pontevedrés, Alfonso Rueda, que dijo que se buscarían «outro lugar digno» si a Carmela Silva le «molestaba» que estuviesen allí.

Ese lugar fue la carballeira de San Xusto, en Cerdedo-Cotobade, en la misma provincia —algo que se había fijado Rueda como objetivo— y a unos cuarenta minutos en coche desde Soutomaior. En el 2017, los populares se marcaron allí el objetivo inmediato de volver al Castelo. Y eso pasaba por un triunfo electoral dos años después, en los comicios municipales del 2019, que permitiese recuperar para los populares la Diputación de Pontevedra. Pero no fue así.

La Diputación como objetivo

Los carballos de San Xusto siguieron sirviendo de escenario para el multitudinario arranque del curso político del PP durante los años siguientes. La misión marcada en rojo el año pasado fue otra, con el horizonte próximo de las elecciones generales y con Feijoo aupado ya como presidente del PP nacional, arropado en Cerdedo-Cotobade por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, la de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el de Murcia, Fernando López Miras, y toda la cúpula del partido.

Fue en otra carballeira, la de O Pino donde celebran los populares coruñeses su gran acto anual, donde se fijó de nuevo esa aspiración de recuperar las diputaciones y, así, reconquistar el Castelo de Soutomaior. «Quedan treinta días para recorrer todas las parroquias y calles de las ciudades», recetó ante más de 5.000 personas el presidente provincial, Diego Calvo, a un mes de las municipales. Y esta vez sí fue.

La estrategia de los populares por hacerse de nuevo con la Diputación de Pontevedra resultó exitosa. La operación pasó por concentrar todos los esfuerzos del partido en los ayuntamientos más poblados de tres partidos judiciales: Vigo, Pontevedra y Tui.

Más complicado fue situar como presidente a Luis López, delegado territorial de la Xunta en Pontevedra y amigo personal de Rueda, ya que 16 miembros de la lista de Rodeiro, concello donde había sido alcalde, tuvieron que dimitir para que lograse el acta de concejal, ser después elegido diputado provincial y, ya por fin, optar a presidir la institución. Apeada Carmela Silva del bastón de mando de la Diputación, ya en manos del PP, el partido tiene luz verde para volver este domingo a Soutomaior. La socialista criticó ese regreso, acusando en su cuenta de Twitter a los populares hacer «caciquismo» al darle un uso «que vai contra a ordenanza». «O Castelo de Soutomaior non é propiedade do PP», advirtió.

Un castillo simbólico

El ente provincial se hizo con el histórico edificio a principios de los ochenta, y con su inauguración en 1987, tras cinco años de rehabilitación, se convirtió en un espacio de culto para los populares. Mariano Rajoy, entonces presidente de la Diputación, recuerda en sus memorias su recuperación para el uso público: «No hace falta llegar a la Presidencia del Gobierno para hacer cosas útiles por la sociedad».

También guarda especial cariño por el castillo Alfonso Rueda, ya que fue su padre, José Antonio Rueda Crespo, quien dirigió la rehabilitación del espacio como vicepresidente provincial. En una entrevista en La Voz, coincidiendo con la inauguración del espacio, defendía la vocación cultural del espacio, aunque abierto también a otros usos que se solicitasen.

En el 2007, con el actual dirigente de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, al frente del partido y la diputación provincial, el Castelo de Soutomaior empezó a convertirse en el punto de partida de cada curso político del PP. Y así fue hasta la pérdida del ente provincial en el 2015.

La vuelta a Soutomaior se produce en un momento dulce para el PP, sobre todo en Galicia tras los resultados de las elecciones municipales y generales, y será el primer acto de Feijoo tras ser designado candidato a la investidura. Le toca hacer de anfitrión a Alfonso Rueda, ya de vuelta tras dos semanas sin agenda, y también a Luis López al frente de la Diputación. Quien no estará es el nuevo alcalde de Soutomaior: el exdiputado autonómico Manuel Lourenzo, del BNG.