La Festa da Ostra ya es historia... pero de la grande

Monica Torres
Mónica Torres SOUTOMAIOR

SOUTOMAIOR

cedida

«No interior estivestes sempre condenados ó ostracismo», ironizó el pregonero de un certamen de récord, con más de 30.000 personas

06 abr 2025 . Actualizado a las 19:32 h.

La XXXVII edición de la Festa da Ostra de Arcade ya es historia... pero de la grande. Y es que ha sido la más multitudinaria de todas. Lo confirmó este domingo el alcalde de Soutomaior, Manuel Lorenzo, aún en plena celebración: «Estamos ante a Festa da Ostra máis multitudinaria. Superamos con seguridade ás 30.000 persoas que se achegaron durante toda a fin de semana».

La joya salina de Arcade volvió a reinar en una fiesta en la que no faltó de nada: buen ambiente, largas colas con sonrisas incluidas, vino del bueno y muchas ganas de brindar. Desde primera hora de la mañana, el público comenzó a llenar las calles y el recinto, especialmente la gran carpa gastronómica, donde se sirvieron miles de raciones de ostra al natural.

Pero si hubo una propuesta que se llevó los aplausos, fue la gastroexperiencia OsTrés, elaborada por Calidus Catering bajo la batuta del chef local Joaquín Lema. Tres formas de comer ostra que conquistaron hasta a los más escépticos: A Touca á Galega con ramallo de mar, ostra adobada en salsa teriyaki sobre crema de aguacate e caviar de arenque, y otra en escabeche tradicional. Todo, acompañado por los Albariños de Soutomaior —Noelia Bebelia, María Vinyals y Quinta da Eiras—, que parecían caer del cielo, pero venían bien servidos desde las bodegas locales.

La satisfacción se notaba entre el público, pero sobre todo en los organizadores. El propio regidor no quiso dejar pasar la oportunidad de reconocer el trabajo conjunto: «Queremos agradecer a todas as persoas, técnicos, funcionarios, traballadores, produtores, viticultores, que fixeron posible que esta Festa da Ostra marcase un antes e un despois».

A las 13.00 horas dio comienzo el pregón. El alcalde, micrófono en mano, volvió a mostrar su orgullo: «Un ano máis síntome orgulloso do meu pobo e do cariño co que trata e co que se vive a Festa da Ostra». Y dedicó unas palabras especiales a Joaquín Lema, por su entrega con la fiesta «máis importante de Arcade».

El pregonero  fue el humorista y contador de historias Celso Fernández, conocido como Celsiño, vecino de Soutomaior aunque nacido en Lalín. Comenzó con retranca: «Como me dixo hai pouco o meu amigo zamorano e grande contador, Jose Luis Gutierrez, cando eu lle contei a miña sorpresa porque me encargasen a min, unha persoa do interior e non da costa, este pregón, el díxome, e como non, se no interior estivestes sempre condenados ó ostracismo».

Y desde ahí, construyó un pregón poético y sabroso, en el que habló de ostras como si fueran castañas: «Un froito gardado nun envoltorio protector, que como conta Quico Cadaval, nos soutos da costa varean en verde coma se fosen oliveiras, para que a castaña non se pudra ó caer ó chan. A xente varea as pólas para que caian os ourizos e ábrenos coas mans, porque as espiñas en verde inda non pican. Abrir e comer directamente do mar unha ostra é coma comer unha castaña apenas cocida en leite ó que lle engades unha area de sal».

Remató con una reflexión sobre el espíritu de la fiesta: «Nesta festa podemos comer coma reis e podemos comer coma curas».

Tras el pregón, el grupo Fernando Sánchez Jazz Cuartet puso la banda sonora a la jornada, mientras las ostras y el Albariño seguían fluyendo en el Peirao de Arcade. Una fiesta de récord, sí, pero también una demostración de cómo un pueblo puede convertir una tradición en un auténtico evento de referencia.