Comienza la exhumación de la fosa de Soutelo en Salceda para buscar a siete asesinados por el franquismo

TUI

Esperan encontrar los restos de José Cordal, Ramón Pérez, Severo Boente, Leoncio Muíños, Modesto Barreiros, Antonio Dalmiro y Manuel Fernández
25 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En 1936, los sublevados subieron a José Cordal, Ramón Pérez, Severo Boente, Leoncio Muíños y Modesto Barreiros a un camión en O Porriño. Nunca volvieron a casa. Los asesinaron a sangre fría en Soutelo (Salceda de Caselas). Unos días después se llevaron a Antonio Dalmiro y Manuel Fernández del barrio de As Bornetas en Tui. También los pasearon en Salceda. Todos fueron, tal y como confirmaron en la Xosé Ramón Paz y Helena Pousa de la asociación pola Recuperación da Memoria Histórica do Baixo Miño, O Condado e A Louriña, enterrados en una fosa común en el atrio de la iglesia de Soutelo. Sus familias nunca pudieron recuperar sus restos.
«Estar aquí é unha reparación a cada unha destas personas», explica Paz. Él es uno de los encargados de los trabajos de excavación que se presentaron ayer y, también, uno de los responsables de haber sacado adelante estos trabajos que comenzaron recogiendo la memoria oral de los vecinos. En el camino también encontraron a la familia de una de las personas represaliadas, pero siguen buscando a las otras seis. «É algo difícil porque non atopamos pistas nin na memoria oral nin nos rexistros, pero seguimos buscando. Se hai alguén que teña información invitámoslle a contactar con nós», continúa el historiador.
José Cordal Yáñez, conductor y mecánico, tenía 41 años cuando lo asesinaron. Dejó tres hijos (José, Manuel Marcelino e Carmen). Poco después, su familia se exilió a Chile. La última pista que tienen los investigadores es que estaban en Valparaíso. Ramón Pérez Cabaleiro «Chafarote», fue un líder agrarista al que asesinaron con 43 años. También tenía una hija cuando lo mataron. A Severo Boente Rodríguez «Mataganchas» se lo llevaron porque los golpista no encontraron a su abuelo. Con 25 años lo encarcelaron y lo fusilaron, como a los demás, el 1 de septiembre de 1936. Modesto Barreiro Cubillos tenía 32 años aquel día. Era jornalero y dejó cuatro hijos menores de edad (Manuel, Ramón, José y Carmen). A Antonio Dalmiro Domínguez González, vecino de As Bornetas (Tui), también jornalero, lo asesinaron cuando tenía 26 años el 18 de septiembre en Soutelo junto a Manuel Fernández Diz, de 30 años y jornalero.
En la exhumación de Salceda también esperan encontrar a Leoncio Muíños Rey, que tenía 34 años aquel 1 de septiembre de 1936. Trabajaba como repartidor de prensa y «sabemos que estaba coxo por un accidente que tivera. Isto pode ser unha boa pista para identificalo xa que se poderá ver nos ósos», indica Paz, que recuerda que no saben que restos encontrarán en la excavación. Las características del suelo pudieron hacerlos desaparecer o, incluso, puede que alguna familia exhumara sus restos después de su asesinato. Además, el historiador sabe que será más difícil identificarlos si no aparecen sus familiares, por lo que reitera la importancia de dar con ellas.