La candidata popular intentar forzar un encuentro que el alcalde no desea
06 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los debates preelectorales entre los principales candidatos fueron habituales en Vigo hasta que en el 2007 Caballero empezó su andadura municipal. Desde entonces el actual regidor los ha evitado y todo hace indicar que no se va a mover de su posición.
Lejanos quedan ya los tiempos en que Corina Porro debatía con el socialista Ventura Pérez Mariño en los comicios del año 2003. Hubo también otros debates en distintos medios, lo que no ha vuelto a producirse. Ahora mismo es prácticamente imposible que vuelva a repetirse la situación de 1999, cuando los cuatro principales aspirantes polemizaron en un foro neutral bajo la tutela de una asociación de periodistas. Aquella vez ganó las elecciones el nacionalista Lois Pérez Castrillo frente a Carlos Príncipe (PSOE), Juan Corral (PP) y Manuel Soto (Progresistas Vigueses).
La oferta planteada por Elena Muñoz consiste en un debate abierto entre los candidatos de los tres partidos con representación municipal. Por tanto, se enfrentarían Abel Caballero (PSOE) y Serafín Otero (BNG) con la exconselleira popular. La formuló hace dos semanas y ayer constató que «a 48 horas del inicio de la campaña el candidato socialista sigue mudo». La conclusión de Muñoz es que «Caballero está acostumbrado a decidir quién habla y quién calla, a quién premia y a quién castiga, pero este modelo populista del monólogo en lugar del diálogo está agotado».
«El de siempre»
En un intento de evidenciar el rechazo de Caballero a un debate con sus oponentes, la alcaldable popular le reclamó que «conteste a los vigueses si está dispuesto a confrontar su modelo de futuro y su balance de gobierno con los modelos y opiniones de los demás». Ella lo desea y «hace dos semanas le dije a los vigueses que es más importante que nunca debatir y confrontar las ideas de los demás partidos, pero a 48 horas [por ayer] del inicio de la campaña han contestado todos menos uno... el de siempre», se lamentó.
El silencio que mantiene Caballero es para Muñoz «absolutamente intolerable y una falta de respeto a los ciudadanos, que necesitan conocer antes de decidir en un momento en el que se juegan en estas elecciones el futuro de sus hijos y sus nietos».
A la vista de que el debate que propuso tiene escasas opciones de celebrarse, la dirigente popular aprovechó para hacer sangre con el candidato que rehúye el debate. A su juicio «es algo insólito. Se trata de una manera de actuar que está muy lejos de un sistema democrático y se acerca más a los modelos populistas instalados en el monólogo y el castigo a la crítica».