La afluencia creció respecto al año pasado en el mismo período. Las actividades para niños son un reclamo para las familias
12 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los meses de mal tiempo son habitualmente los mejores para los centros comerciales. Este febrero están haciendo su agosto particular. Un paseo bajo la lluvia por la ciudad estos días permite comprobarlo fácilmente. Las calles están más saturadas de coches que acaban llenando los aparcamientos de estos centros de ocio públicos, que se vuelven junto a las cafeterías en la mejor alternativa para pasar la tarde sin mojarse.
Los responsables de los centros comerciales han observado que estas semanas de mal tiempo no solo han traído la afluencia que esperaban, sino que esta ha sido superior a la de los últimos años en las mismas fechas. No es el único reponsable del éxito. La cancelación de los actos públicos con motivo de las fiestas de carnava también ha ayudado.
«Somos el único centro comercial del centro», explica una portavoz de la dirección del Centro Comercial A Laxe. Ese el motivo, cree, por el que llenó la zona dedicada a los más pequeños la última semana. «Los padres vienen para refugiarse del mal tiempo» y aprovecharon de paso para que los niños disfrutaran de los talleres de máscaras que tenían a su disposición coincidiendo con sus vacaciones escolares.
Este es el recurso más común entre las familias, como cuenta Rosa Fernández, madre, «con el mal tiempo no hay donde llevar a los niños y aquí al menos se entretienen». Ayer ya acudía sola, con los niños en el colegio, para hacer sus recados.
Ricardo Martínez, gerente del Centro Comercial Camelias, explica que se ha notado la influencia del mal tiempo estos días «se ha notado muchísimo», aunque reconoce que en los días en los que el temporal fue más fuerte, había gente que prefería no salir de casa.
Aunque el objetivo principal, comenta el gerente del de Travesía, es intentar que las tiendas vendan más, lo hacen ya a estas alturas porque «el servicio se ha transformado en una parte más del centro», pues «la gente busca un sitio confortable» los días de lluvia «y les damos un entretenimiento». Los jóvenes lo emplean además como «un punto de encuentro» y a continuación decidir qué actividad hacer de las diferentes que ofrece el local.
Aunque los días de descanso han pasado, la buena afluencia aún se nota, explican los gerentes.
Recuperación
La ciudad tiene repartidos sus cinco centros comerciales en tres espacios, en el centro, el ensanche y la Travesía de Vigo. Con la crisis, los primeros en aparecer sufrieron la presencia de los más grandes. La influencia del Centro Comercial Gran Vía se notó en los otros dos más próximos, Camelias y Plaza Elíptica. En el caso del segundo, Marcos Martínez, gerente, explica que al margen del temporal, que se ha notado, han tenido un arranque de año «con buena afluencia».