Los centros laterales, la principal sangría de esta campaña

La Voz

VIGO CIUDAD

12 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Y si Antonio Mohamed ha dado con la tecla en la pelota parada, no sucede lo mismo con otro de los puntos negros históricos del Celta, los centros laterales, foco permanente de sangría en los ocho partidos disputados hasta la fecha.

El primer paso para solucionar el problema es reconocerlo y eso fue lo que hizo David Juncà en la mañana del jueves: «Nos han marcado bastantes goles ahí, contra el Valladolid, Getafe, en Sevilla..., jugando con cuatro y con cinco nos han marcado goles. Pequeños fallos de concentración en momentos puntuales nos fastidian, hay que poner un poco más de concentración en cada uno y yo creo que esa es la solución».

En realidad los problemas del Celta por los centros laterales comenzaron en Girona con el primer gol de Stuani, vivieron su traca ante el Valladolid, con los tres goles pucelanos llegando con centros desde la derecha y se completaron con el gol del Getafe en Balaídos y el primero del Sevilla el domingo pasado en el Sánchez Pizjuán.

En la atípica semana que ayer tocó a su fin para los célticos, los que se quedaron en Vigo (todos los defensas disponibles a excepción de Júnior Alonso) han centrado gran parte del trabajo en corregir aspectos de la retaguardia. «Somos bastante pocos, pero estamos entrenando duro con Gustavo y los profes, nos están metiendo bastante caña sobre todo en la defensa. Se ha hecho bastante hincapié en el sentido de la defensa, en la vueltas (tras pérdida), no solo en defensa, sino también pivotes y extremos», prosiguió Juncà, que espera que el equipo dé un paso adelante en este aspecto a la vuelta del parón.

Porque hasta el momento los vigueses solo han mantenido la puerta a cero en una ocasión en las ocho citas, ante el Atlético de Madrid, y desde el parón de septiembre han encajado diez goles en cinco partidos, a una media de dos por encuentro. Unos números que distan mucho de la pretensión del técnico de bajar de la media centena de tantos en contra a la conclusión del campeonato.

El propio entrenador admitió la dificultad para intentar transmitir su idea al plantel: «En esta liga hay un momento en donde el rival te somete a estar en la parte defensiva, y nosotros no tenemos esa parte -dijo en su penúltima comparecencia-. No habla de defensa, sino del conjunto. De la intensidad, del correr, de hacer recorridos largos, ayudas de dos contra uno y estoy ocupado en eso, en bajar la llegada de los rivales a nuestro arco, de defender mucho mejor, de recuperar la pelota más lejos».

Los célticos entienden que los aficionados «estén mosqueados» por todas las facilidades defensivas y esperan revertirlo.