El bar al que presionó el «youtuber» Borja Escalona para comer gratis se convierte en el más valorado de Vigo
VIGO CIUDAD
Colas para comprar empanadillas en A Tapa do Barril, que reabrió tras el incidente con un aluvión de apoyos de clientes, turistas e incluso policías
20 ago 2022 . Actualizado a las 01:33 h.A los problemas, hay que saber darles la vuelta. El youtuber Borja Escalona, que presionó a una trabajadora del bar de Vigo A Tapa do Barril para exigirle una empanadilla gratis, incitó a sus seguidores a escribir malas reseñas sobre el local. Pero, aunque las primeras sí fueron negativas, pronto su página en Google se llenó de comentarios escritos desde todas partes, de gente incluso que nunca había estado allí y quería mostrar su apoyo. Ahora, son el número 1 entre los restaurantes de Vigo en el portal de referencia Tripadvisor. Hasta un sindicato policial les ha mostrado su apoyo a través de Twitter.
Después de tres días y medio de descanso, los dos locales del negocio (el de López Mora y el de Porta do Sol, donde sucedió el incidente) reabrieron esta mañana con una constante afluencia de clientes, que les trasladaban ánimos además de comer sus productos, algunos por primera vez. Es el resultado de su contracampaña, a base de comunicados públicos y presencia en los medios de comunicación, que ha transformado el posible impacto negativo en visibilidad en clave positiva para el local gracias a la actitud solidaria de la gente.
El primer pronóstico era malo. El día que se subió el vídeo causante de la polémica recibieron múltiples valoraciones de una estrella, que alegaban haberse encontrado pelos o cables de alambre en sus empanadillas. «Lo único que quiero es que se saquen las reseñas negativas propiciadas por este señor», dijo la dueña de A Tapa do Barril, Ana Terzado, a La Voz. Lo que consiguieron fue compensarlas con otras muchas buenas. Las valoraciones llegaron a acercarse a las 10.000 en Google, entre críticas antiguas, reseñas negativas a raíz del incidente y comentarios de apoyo, que terminaron por superar al resto de grupos.
Las reseñas se suman a los casi 3.000 que acumulan entre sus dos comunicados de Instagram, los otros tantos miles de Twitter y los de otras plataformas de reseñas, como Tripadvisor, donde aún conservan los escritos durante los últimos días a raíz del incidente. «Atención de 10 de la empleada» o «Empanadillas valientes» se titulan algunas de las opiniones publicadas hoy mismo. Otra viene de una usuaria que escribe desde Canarias y promete probar las empanadillas, ya que, como muchas de las que escriben, todavía no lo ha hecho: «Quiero dar todo mi apoyo a la chica que tuvo que lidiar con el miserable que hace unos días se ha hecho famoso queriendo amedrentar a una trabajadora y comer por la jeta [...] El próximo viaje a Vigo pasaré a probar vuestras empanadillas. Lo prometido es deuda y las deudas se pagan».
Google, sin embargo, ha optado por ir depurando los comentarios escritos a causa de los acontecimientos recientes. Poco a poco va desapareciendo el rastro de las valoraciones positivas en masa, aunque también se están eliminando los comentarios negativos causados por el incidente. La mayoría de los mensajes que todavía se podían leer van dirigidos a mostrar su apoyo y alabar la actitud de Rebeca, la trabajadora que a la que arrinconó Escalona. Lo mismo en Tripadvisor. Pero también eran y son muchos los que hablan sobre las empanadillas de A Tapa do Barril y las califican como «las mejores del mundo».
La reapertura
Hubo quien se acercó esta mañana hasta el local de Porta do Sol, donde sucedió el incidente, para mostrar su apoyo directamente a Rebeca, la trabajadora que trató con Borja Escalona. Clientes de toda la vida —algunos fueron expresamente para darle ánimos, sin intención de comprar— y también turistas, que han conocido el local vigués tras la publicación de la noticia. Ha sucedido lo mismo en López Mora, desde donde Ana Terzado asegura que «la gente viene a apoyarnos y mostrarnos todo el cariño».
«¡Qué sinvergüenza!», decía una clienta de Madrid mientras le contaba a Rebeca las últimas noticias que ha leído en la prensa. Además, quería probar una de las empanadillas. A las 13.00 horas llevaban dos horas abiertos y ya no quedaba ninguna. Habia que esperar a que un repartidor trajese del obrador (en López Mora) otro cargamento. Otra clienta, esta vez una que trabaja por la zona, se detiene un momento en la puerta para hacer un comentario similar: «¡Qué idiota!». Entre palabras de cariño, se despide con un «ánimo» y se marcha.
«La semana pasada ya había sido buena [en ventas] por el turismo», dice Rebeca, pero la mañana de hoy ha sido hasta mejor, valora. Los últimos días antes del fin de semana ya alguna persona se había acercado para solidarizarse, cuando la noticia todavía estaba creciendo en alcance. El sábado por la tarde, el domingo y los consecutivos festivos cerraron por descanso del personal. Ahí no hubo afluencia de gente, pero sí muchas llamadas, como contó Ana Terzado a este periódico. Contactaron incluso de clientes que llevaban tiempo sin aparecer por el local. Desde hoy, el cariño también lo reciben cara a cara.
