El turrón de Vigo con 170 variedades cede paso a las creps callejeras

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El artesano de Príncipe añade más dulce y más salado a su carta surrealista que se completará con helados con palito que se come

09 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Príncipe ya no solo huele a gofre. Desde hace tres inviernos, los turrones más famosos de Vigo son los que hace el artesano sevillano que llegó de Figueras Antonio José Vega. El autoproclamado turronero «surrealista», tras triunfar en la Navidad del 2021 con su puesto La Formigueta en el mercadillo de la Alameda, decidió el año pasado prescindir del enclave navideño y montar su negocio todo el año en un local en el corazón la ciudad. De su tienda en la calle del Príncipe afirma que: «No hay lugar mejor», dice convencido tras cerrar la campaña y confirmar que la cuenta de resultados ha sido excelente: «En menos metros que los que tenía en el Cíes Market hemos hecho más ventas», resume y presume. El profesional que tiene el obrador en otro local en las mismas galerías que se conectan en la última planta con la calle Doctor Cadaval anuncia que se ha hecho con otro más como almacén «porque necesito más espacio para trabajar», explica. 

A finales de octubre, antes de que se encendiesen las luces de la ciudad, la inauguración de su nuevo establecimiento fue todo un acontecimiento para el que ideó un montaje con árboles sobre una alfombra roja de gala de los que colgaban chupachups de turrones de variedades delirantes: en total 170. No hay ingrediente que se le resista al experto en contrastes sin miedo a vender en la misma estantería turrón de pulpo, de cerveza, de pistacho, de cachelos, de chorizo, de ostras, almendras o de chocolates.

Ahora que la Navidad va perdiendo fuelle, Vega acaba de añadir otros productos a la carta en su establecimiento: Creps dulces y salados (con una enorme lista de ingredientes a elegir), vasitos de fresas con nata y chocolate y en la versión enrollada, unos toppings tan locos como el algodón de azúcar azul. Las masas de diferentes texturas se extienden sobre la plancha circular para crear una fina capa que envolverá un interior de nata, fresas y un buen chorretón de chocolate, y el olor se extiende por las inmediaciones de la vía comercial. El joven que dejó su tierra para apostar por Galicia no para de poner en marcha nuevas ideas. 

Helados con palito que se come

Los creps son la novedad. Pero es solo la de esta semana, porque para la que viene tendrá otra: «Haremos helados, también con toppings, de los que se comerá todo, hasta el palito», asegura, pero anuncia que no va a dejar de hacer turrones, «porque aunque el público relaciona este dulce con la Navidad, no hay razón para no disfrutarlo todo el año», argumenta el maestro pastelero que tenía su negocio en Figueres, donde los elaboraba, los vendía sin ceñirse al calendario y la clientela los disfrutaba con las mismas ganas en abril que en noviembre. Sobre la influencer que en su visita a Vigo probó sus especialidades y se viralizó su crítica, lamenta que no supera apreciar variedades que «fueron top en ventas» y sobre todo, que si no le gusta el queso, pidiera turrón de queso «porque sí, sorpresa, están hechos con queso; y los de ostras llevan ostra; y los de cachelos, patatas», expresa con ironía.