«Todo el mundo cree que tiene derecho a unas costosas vacaciones, a Netflix», afirma un abogado. El juzgado canceló deudas de miles de euros a cada moroso para que empiecen de cero.
17 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta 24 familias arruinadas de Vigo se han librado de sus deudas en los últimos tres meses y han vuelto a empezar de cero. Prácticamente, dos solicitantes por semana reciben la buena noticia de que la jueza ha cancelado sus números rojos con la liquidación de bienes, o bien les exoneró de sus deudas que ya no pueden pagar o les concedió un cómodo plan de pagos.
Al letrado David Alfaya, CEO de Asesority Abogados, le sorprende la agilidad del procedimiento para cancelar deudas. «Es llamativo lo rápido que van los concurso de persona física con el cambio al juzgado de lo mercantil», dice este especialista en abusos bancarios y exención de deudas. Desde hace un año, el juzgado de lo mercantil asume todos los casos que antes se repartían 13 jueces de lo civil de Vigo.
Muchos solicitantes estaban atrapados con deudas astronómicas de miles de euros acumuladas en sus tarjetas de crédito y préstamos on line que no podían pagar y que les impedían rehacer su vida. «Es gente que necesitaría los salarios de varias vidas para pagar lo que deben», comentaban un letrado.
Se trataba de morosos que debían una cantidad inasumible derivada de tirar de tarjeta y consumir. Otras veces, eran autónomos que estaban con el agua al cuello y a punto de bajar la verja de su negocio. Ni siquiera podían abonar las cuotas mensuales de los préstamos, caían en impagos, estaban en la insolvencia (sin un céntimo en el bolsillo) y no sabían qué hacer.
«El endeudamiento de las familias se origina por vivir por encima de sus posibilidades, todo el mundo cree que tiene derecho a unas costosas vacaciones, coche nuevo, salir a comer y cenar, móviles, TV, Netflix, etcétera, con independencia de sus ingresos, y eso no siempre es posible», afirma el letrado Alfaya.
«Las familias financian demasiado, se endeudan, no ahorran nada y después viene la bola de nieve de intereses, refinanciaciones y nuevos préstamos para pagar deudas e incluso utilizar la tarjeta para pagar cuotas de préstamos, algo surrealista», añade.
La solución para salir del atolladero fue acogerse a la Ley de Segundas Oportunidades que permite exonerar de todas sus deudas a los particulares que no sean empresarios. Sus respectivos bufetes presentaron un concurso de persona física y obtuvieron de sus acreedores (banca, financieras) una sustancial rebaja o quita de sus impagos que les permitió salir adelante.
La titular del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ha concluido 40 concursos de acreedores en lo que va de año, en su mayoría favorables al deudor.
Dieciséis de las resoluciones de la jueza afectaron a empresas que entraron en suspensión de pagos. Los otros 24, un 50 % más, resolvieron la situación de personas físicas no empresarias, entre los que se incluyen hipotecados, familias o autónomos.
«Los intereses de los préstamos y tarjetas, y la capitalización de los mismos, es decir pagar intereses sobre intereses, también ayuda y a medio plazo lleva a la situación de insolvencia», añade Alfaya.
¿Qué hacen las familias tras conseguir exonerarse de las deudas? «Algunas aprenden y ajustan sus gastos a los ingresos, pero muchas vuelven al ruedo de la financiación y solo es cuestión de años en que vuelvan a la situación de insolvencia», asegura el CEO de Asesority Abogados.
«No se entiende que hay que ahorrar un mínimo del 10% de los ingresos mensuales, para tener un colchón para imprevistos y ajustar los gastos a los ingresos. Y la única manera de poder gastar más es generar más ingresos, todo lo demás es una trampa y un autoengaño», recalca el mismo experto.
Avalancha de concursos
Actualmente, el juzgado de lo mercantil de Vigo soporta una avalancha de concursos de acreedores para reordenar los pagos de sus deudas. Se han presentado desde el 1 de enero hasta el 12 de abril un total de 125 concursos, a más de uno por día. De estos, ha habido 81 expedientes relativos a una persona física y 44 de empresa. Las familias ya suponen el 64 % de todos los procesos.