Un exsocio de los mayoristas de marisco acusados de alzamiento de bienes: «El padre es un activo tóxico, son como son, gente poco honorable»

E. V. Pita VIGO

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E. V. Pita

El juicio en Vigo contra cinco miembros de la familia dueña de Anduriñamar por ocultar bienes a una empresa a la que debía 1,5 millones de euros termina su tercera sesión

22 nov 2024 . Actualizado a las 17:34 h.

Continúa el juicio que se está celebrando en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, a un matrimonio, un hijo y dos hijas que regentan Mariscos Anduriñamar S.L, con sede en O Grove. 

Están acusados por los antiguos dueños de Mariscos Penimar S.L, de adeudarle 1,5 millones de euros por la compra de su empresa en Vigo en el 2016 y luego ocultar sus bienes para eludir el pago o el embargo. Según la Fiscalía, tras hacerse con la empresa, vendieron la concesión de la nave a un supermercado por 1,3 millones de euros y con el dinero compraron tres barcos, alguno de los cuales abanderaron en Panamá y los revendieron, borrando así la pista de sus propiedades.

En la comparecencia de este viernes, testificó por videoconferencia un exsocio que participó en la reforma del barco abanderado en Panamá. Relató en el juicio que tuvo negocios con varios de los cinco miembros de la familia. Según él, el padre ya no figuraba en muchos papeles porque estaba considerado un «activo tóxico». El exsocio añadió que le debían dinero y le compensaban con participaciones en sus empresas, aunque salió trasquilado: «Hacían lo que les daba la gana con el dinero, son como son, son gente poco honorable, no me pagaron ni un euro. Esa gente falsifica papeles, hace cosas muy raras».

El exsocio dijo que cada vez que participaba en un negocio con ellos le ponían excusas y no veía beneficios. Por ejemplo, el barco en el que había invertido 180.000 euros para reformarlo resultó que fue dañado por una tormenta en el Océano y desviado a Portugal. Los contratos que había firmado eran agua mojada, sin validez. A cambio, le ofrecieron, una participación del 10 % en unos viveros o bateas en Estepona, en Málaga, pero cuando terminó su trabajo allí lo echaron «de una patada». Más tarde, una dana destruyó las naves de viveros y arrastró a tierra las bateas amarradas. No tenían seguro para cubrir el siniestro y, por ello, la Junta de Andalucía no les concedió subvenciones ni ayudas por la dana. 

Respecto al supuesto alzamiento de bienes que se juzga en la Audiencia en Vigo, el exsocio no sabe nada, solo que «me contaron una película en una cafetería de Vigo una hora antes de ir al juicio en el 2021».

Otro detalle que contó es que contrataban a marineros y capitanes cubanos, con permiso del Gobierno de Cuba, según dijo el exsocio. Tiene varios juicios con uno de los miembros de la familia.

También intervino en el juicio la abogada catalana que asesoraba a la familia. Ayudó a redactar el contrato de compra de Penimar y aseguró que, cuando empezaron los incumplimientos de pagos, ella misma intervino en varias soluciones en Vigo para buscar una solución, pero sin éxito.

La sesión en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, continuará con los informes finales.