Abel Caballero: «Zamora tiene diez trenes diarios a Madrid y Vigo solo cuatro»

VIGO CIUDAD

El regidor insiste en que Renfe habilite más frecuencias o haga viajes directos con menos paradas para dar mejor servicio a 700.000 gallegos
06 jun 2025 . Actualizado a las 12:01 h.«Segovia tiene 51.000 habitantes y 37 trenes al día con Madrid; Zamora no llega a 60.000 y cuenta con diez, y Medina del Campo y sus 20.000 residentes tienen ocho frecuencias de alta velocidad. Vigo y los 600.000 habitantes de la zona sur de Pontevedra solo tenemos dos AVE, porque los otros dos trenes con Madrid tienen ocho y nueve paradas, lo que hace imposible considerarlos de alta velocidad». Abel Caballero intensificó ayer con dichas comparaciones su exigencia de dotar a Vigo de un tren más rápido con la capital de España, carencia que achaca no solo al número de paradas intermedias, sino también a la organización de algunas de las frecuencias que unen Galicia y Madrid.
El alcalde vigués está convencido de que en lugar de las 4 horas y 15 minutos que emplean de promedio los trenes desde la estación viguesa de Urzaiz a la madrileña de Chamartín, sería posible hacerlo en 3 horas y 45 minutos, y esa es la exigencia que plantea a Renfe, a quien conmina a decidir si lo hace con nuevos trenes, más directos que los actuales, o si reorganiza el número de paradas en las que recalan los trenes gallegos en tierras castellanas.
Caballero insiste en que hay margen de recorte, y echa mano de otro ejemplo al señalar que mientras el Alvia que sale de Vigo al mediodía tarda 4 horas y 16 minutos tras realizar tres paradas, el AVE anterior para en dos estaciones más y emplea 4 horas y 8 minutos. «Algo no cuadra», se cuestiona achacando a la logística de la compañía ferroviaria dichas diferencias.
Estos dos trenes, en todo caso, recalan fuera de Galicia solo en Zamora, mientras que el primero de la mañana y el último del día añaden además de dicha capital castellana también a Sanabria, Medina del Campo y Segovia, tras parar en Pontevedra, Vilagarcía, Ourense, A Gudiña y sumar en el primer caso también Santiago.
«Yo no cuestiono en qué estaciones tiene que parar el tren de Vigo o no, pero me molesté en ver cómo están servidas otras ciudades en la misma línea y concluyo que Vigo no tiene que pagar la sobresaturación de trenes de otros sitios», insiste el regidor. Para él, la ciudad que representa es la peor tratada en lo que al ferrocarril se refiere, pues a la falta de trenes y mayores tiempos de viaje, añade el rodeo de cien kilómetros al que están obligados a dar los vigueses por Santiago en sus desplazamientos a Madrid. «Nos penalizan en trazado y en paradas, con dos más incluso de las que hacía el tren chuchú de antes», insiste el regidor vigués, quien señala que para viajar al centro del país él toma el tren en Ourense para evitar la vuelta por Compostela.
El alcalde olívico declara que su objetivo último para el tren Vigo-Madrid es que realice el viaje en un máximo de 2 horas y 45 minutos. «Es posible recortar, y no pasaría nada si una ciudad que tiene 37 trenes diarios a Madrid se queda en 36. El planteamiento que me hace a mí Renfe es de que tengo razón. Luego el presidente de Castilla y León empezó a decir no sé qué y... Ya podía haber sido solidario él con Vigo cuando nos condenó su partido a dar un rodeo de 100 kilómetros», concluye.
El PP vigués reclamó ayer una nueva frecuencia con Madrid, si bien acusó a Caballero de mentir tras descartar Renfe suprimir paradas al tren de Vigo.
Revuelo en Castilla y León, que llama insolidario al alcalde
La sugerencia de Abel Caballero de suprimir paradas para que el tren tarde menos tiempo en su recorrido hasta Madrid, generó un intenso revuelo en Castilla y León, territorio en el que puso sus ojos el alcalde vigués como el más propicio para ganar celeridad en el trayecto. El primero en reaccionar fue el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (PP), que calificó la sugerencia como «intolerable». «El alcalde de Vigo puede defender su ciudad sin atacar a una Comunidad vecina y hermana», publicó en sus redes sociales, reacción que motivo la reacción de Renfe para descartar ningún plan que conlleve reducir el número de servicios en Castilla y León, como llegó a avanzar Caballero tras reunirse el miércoles con su presidente, Álvaro Fernández.
El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández, instó ayer al alcalde de Vigo a que rectifique su planteamiento. Consideró además la ofensa mayor al venir del anterior presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. «Es una ofensa», añadió el portavoz del Gobierno castellanoleonés.
Con más dureza incluso se manifestó la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León, Ángeles Armisén, quien acusó al alcalde gallego de «tener pocas luces», por plantear la eliminación de paradas en su comunidad, idea que equiparó a «un apagón» de los derechos del resto de los españoles, dijo jugando con la identificación del regidor vigués y las luces de Navidad.
La presidenta de los alcaldes castellanos y de la Diputación de Palencia mantiene que la propuesta de Caballero «sigue la misma línea que marca el Gobierno de España de enfrentar a los territorios y romper el principio de igualdad de derechos».
El sector empresarial también planteó su malestar a través de la Cámara de Comercio de Zamora, órgano que en lugar de la supresión de servicios ferroviarios reclama su incremento para la provincia frente a las «declaraciones insolidarias y egoístas» del regidor vigués.
El concejal de Infraestructuras de Zamora, Pablo Novo, se sumó a la polémica considerando legítimo reclamar mejores servicios e infraestructuras, pero «no pidiendo que se restrinja la movilidad a otras ciudades o territorios, eso no es lógico», concluyó.