Berta Collado: «Soy una atacada, mi nervio interno jamás se relaja»

Ana Montes

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CEDIDA

Le pusimos nombre hace diez años en «Sé lo que hicisteis». Pero ella ha sabido mantenerse sin prescindir del humor que en su caso, dice, es «negro». Maestra de ceremonias en «The Hole», lo suyo es tirar para adelante: «Prefiero equivocarme y actuar»

16 sep 2017 . Actualizado a las 10:15 h.

Con corsé y liguero, durante un año ha sido Maestro de Ceremonias en The Hole, el aplaudido circo-cabaret musical políticamente incorrecto que durante cinco años ha rodado por los teatros. Lo que quizás no sabían muchos es que, después de la noche, de día Berta Collado corría a la radio para despertarnos y ponernos de buen rollo en Las mañanas Kiss para presentar después Amigas y Conocidas. Polifacética de condición, dice que su no parar va con su nervio y que es inmensamente feliz haciendo lo que soñó desde que de pequeña empezó a usar el cepillo del pelo de micrófono.

- La voz es una estupenda herramienta de la que tú puedes presumir. ¿Te hizo inclinarte eso por la tele?

-Yo no era muy consciente de mi voz y no la he cuidado en exceso aunque sea una buena herramienta, pero sí sé que la gente reconoce mi voz aunque no siempre me reconozca a mí. Esto me ha hecho pensar que debo cuidarla más. Por eso hace unos años, haciendo teatro, me di cuenta de que unas gárgaras a diario, un pañuelito en la garganta o un poco de propóleo era importante.

-Tú transmites aplomo. ¿Eres así?

-Me sale natural pero soy una atacada. Tengo un nervio interno que no se relaja y también por eso puedo comer de todo sin engordar o darme al running aunque, por salud, debería.

-¿Vives la vida al ritmo que deseas?

-No me quiero quedar nunca con la sensación de dejarme algo en el camino. Prefiero equivocarme y actuar. Además tengo la sangre caliente y me muevo mucho por los impulsos y las intuiciones, que de momento no me han fallado, aunque soy muy cerebral a veces.

-¿Cómo estiras el tiempo para que te rinda al máximo?

-Si tengo alguna herramienta es tirar para adelante porque si piensas en todo lo que tienes que hacer, te paralizas. Pero, al final, siempre llegas. Cuando me levanto no planeo demasiado el día para no estresarme. Pero cuando llego a casa hago mis rituales como meterme en la cama tenga o no sueño para no acumular cansancio.

-Dices que uno de tus objetivos es que tu vida no llegue a interesar a la gente. Sin embargo todos tenemos algo interesante. ¿Qué es lo tuyo?

-Lo más interesante es lo que no se ve, esa parte íntima de mis amigos, mi familia, mi casa, y mi pijama que es lo que me guardo solo para mí y lo que cuido con mimo porque esa es la verdadera vida y no el trabajo, con el que no hay que obsesionarse.

-¿Cuánto amor hay en tu vida?

-Hay mucho amor y muy cuidado. En mi familia , mis amigos y mi pareja...

-¿Tienes más amigas que conocidas?

-Mis amigas son las de toda la vida y yo soy más de amigas que de conocidas. En esta profesión vas conociendo gente pero no es un sitio donde buscar amigos.

-¿Qué dice tu sensómetro? ¿Estás en lo mejor de tu vida?

-Estoy en un buen momento, tranquila, sin parar, pero muy agradecida.

-Destacas por tu faceta de humorista. ¿Buscas la gracia?

-No, no soy una persona que fuerce cualquier historia cotidiana para sacar la gracia porque a mí precisamente eso no me hace gracia, pero sí la gente que tiene gracia natural. Tengo bastante humor negro e ironía pero no es un recurso mecanizado, sino que me sale natural.

-¿Te ofrecieron el papel en «The Hole» por tu humor negro?

-No sé, pero hice mucho humor negro, sobre todo porque The Hole era una crítica a la situación actual. Cada maestro teníamos que hablar de cuatro o cinco cosas, pero éramos libres para llevárnoslo a nuestro terreno; algo fabuloso tener libertad cuando vivimos todos encorsetados.

-¿Qué ha supuesto en tu carrera?

-Al principio no sabía si iba a ser capaz, pero luego ha sido un pelotazo a nivel mental y algo muy liberador porque, al mismo tiempo que estaba en la radio y la tele, en el escenario vivía una especie de exorcismo sacando todo lo que acumulaba durante el día.

-¿Te gusta provocar?

-La gente se piensa que no soy tímida pero me da mucho pudor hacerlo y si alguna vez he provocado ha sido inconscientemente.

-Tu uniforme en el espectáculo era corsé y liguero. ¿Te gusta ese estilo?

-Me gusta cuando la veo como en los desfiles de Victoria’s Secret, pero en mi vida personal soy comodona al máximo y tiro más de prendas de algodón que no me molesten que de lencería. Ahí soy antimorbo total.

-¿Presiona la tele para estar impecable?

-Depende de la persona, aunque es cierto que la televisión es imagen y te crea una mínima presión para intentar estar bien. Yo me he propuesto que no sea algo obsesivo. La actitud es lo que te da más o menos luz, y luego hay más cosas que aportar por lo que mi cabeza debe estar por encima.

-¿De qué hay que ir en la tele para sobrevivir?

-Soy muy transparente y no voy de nada. Además las modas van cambiando por eso lo importante es ser uno mismo porque la tele capta todo y transmite la verdad.