¿Qué pasa con Melania?

Adriana Rey / Corresponsal en Nueva York

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MARK WILSON

LA PRIMERA DAMA ha protagonizado varios desplantes en las últimas semanas, después de que los medios hayan informado sobre una supuesta infidelidad de Donald Trump mientras ella estaba embarazada. Grupos anti-Trump han empatizado con la exmodelo y reputados abogados matrimonialistas han reflexionado sobre lo que pasaría en caso de divorcio.

10 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde la confirmación de su marido como candidato del Partido Republicano en las elecciones presidenciales, Melania Trump siempre dijo querer parecerse a Jacqueline Kennedy como primera dama. Así lo hizo por ejemplo en la toma de posesión de Donald Trump, inspirando su elegante atuendo en color babyblue en el vestido que lució Jackie en la investidura del entonces presidente John F. Kennedy, en 1961. Los parecidos, sin embargo, parecen no haberse quedado solo en lo puramente estético. Y es que Melania podría estar repitiendo el patrón que practicó Jackie Kennedy cuando tuvo que hacer la vista gorda a los escarceos amorosos de su marido con la protagonista de Con faldas y a lo loco.

Desde que varios medios de comunicación informaron sobre el affaire que Trump mantuvo con la actriz de cine porno Stormy Daniels mientras la eslovena estaba embarazada, las apariciones de la primera dama no solo es que se cuenten con los dedos de una mano, sino que cuando se han producido, la rigidez de la exmodelo ha sido notoria.

Una de las últimas se pudo observar el pasado domingo, cuando el presidente saludó calurosamente a un grupo de animadoras que participaron en la fiesta de la Super Bowl que se celebraba en su resort de Florida, Mar-a-Lago. «Gran trabajo y gran talento. Muy bien», dijo sonriente Trump al grupo de bailarinas mientras dejaba a un lado a su esposa. El desplante fue tan solo una repetición del que se había producido pocas horas antes cuando a su llegada a Palm Beach, la exmodelo no quiso posar junto a su marido para que la prensa gráfica les hiciese las fotografías protocolarias a su salida del Air Force One.

Las especulaciones sobre una posible brecha en la pareja se habían desatado dos semanas antes, cuando Melania se negó a acompañar a su marido al Foro Económico Mundial y canceló abruptamente su viaje a la ciudad suiza de Davos. De nada sirvió el desmentido que hizo la Casa Blanca tratando de acallar los rumores de una crisis matrimonial, cuando días más tarde la eslovena rompió todos los protocolos seguidos por sus homólogas y apareció sola y de blanco impoluto, el día del primer discurso del Estado de la Unión del magnate en el Congreso de Estados Unidos. «¿Qué pasa con Melania?», se preguntaron decenas de analistas alarmados ante un posible boicot de la primera dama.

La tensa relación entre el presidente y la primera dama fue ya anticipada en el polémico libro Fire and Fury: Inside The Trump White House, donde su autor, Michael Wolff, desveló que el matrimonio dormía en habitaciones separadas y al más puro estilo House of Cards. Eso sí, si de algo ha servido el conflicto es para que grupos anti-Trump se posicionen a favor de la exmodelo popularizando el hashtag #FreeMelania, o lo que es lo mismo #Liberad a Melania.

NO ERES LA ÚNICA, QUERIDA

Su rostro triste contrasta con el que un día paseó la radiante y enamorada Michelle Obama, y así se lo recordaron el pasado sábado en Saturday Live Night (uno de los programas con más audiencia de la televisión estadounidense), cuando el espacio parodió la crisis trumpiana en un sketch en el que las ex primeras damas Michelle, Hillary Clinton, Martha Washington y Jackie Kennedy, animaban a la esposa de Trump. «No eres la única querida. Jack me engañó con Marilyn Monroe», decía Natalie Portman interpretando a Kennedy. «Oh, por favor, Marilyn actuó en Los caballeros las prefieren rubias. La de Donald en Los chicos lo prefieren depilado, contestó entre risas y sollozos Cecily Strong, en el papel de Melania Trump.

La complejidad de la situación que se vive en el 1600 de la avenida Pensilvania de Washington ha obligado a algunas de las cabeceras más importantes de Estados Unidos a consultar con reputados abogados matrimonialistas qué pasaría en caso de separación entre el presidente y la primera dama. Ronald Reagan fue el primer presidente divorciado, pero hasta ahora ninguno se ha separado mientras ocupaba el cargo, por lo que las dudas al respecto son más que evidentes. «Sospecho que si se divorcian, él le pagaría una gran cantidad de dinero», manifestó la letrada Cheryl New, en el diario digital Washingtonian.

Y es que a pesar de que el matrimonio tiene un acuerdo prenupcial, Melania podría exigir la modificación de este para que el multimillonario tuviera que pagar mucho más de lo pactado, si es que quiere asegurarse de comprar, para siempre, el silencio de Melania.