Ellos te harán crecer 7 centímetros

CLÁUDIA MORÁN

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¡QUÉ SUBIDÓN! ¿Quién dijo que los zapatos altos son cosa de mujeres? Cada vez son más los hombres, y no solo de baja estatura, que suman centímetros para no mirar a su pareja desde abajo o para darse un valor añadido que no se ve... pero se nota

22 ene 2019 . Actualizado a las 14:13 h.

¿Quién dijo que solo las mujeres pueden llevar tacones? O, por definirlo de una forma más democrática, zapatos que suman altura. Quien piense que son muy pocos los hombres que utilizan calzado que aporta centímetros, es muy probable que se equivoque. Famosos de diversos ámbitos como Tom Cruise, Mick Jagger, José María Aznar o Nicolas Sarkozy han saltado a la palestra en los últimos años por usar zapatos con alzas. Y todo conduce a pensar que no son los únicos.

 La empresa española Masaltos.com, un portal especializado en la venta de calzado masculino que aumenta hasta en 7 centímetros la altura de sus clientes, sabe bien que el negocio funciona: cuenta con 25 años de actividad y ya suma 80.000 clientes en todo el mundo. La mayoría, «hombres de entre 30 y 45 años y de clase social media-alta», señala el responsable de la compañía, Antonio Fagundo. Los números hablan por sí solos: la empresa vende 16.000 pares de zapatos al año y factura anualmente más de un millón de euros. Su calzado poco o nada tiene que ver con un fin ortopédico.

ALTOS Y BAJOS

Si conocemos a algún hombre que use habitualmente calzado con alzas, lo más probable es que no lo sepamos. Lo fácil es pensar en un amigo o conocido que destaque por no llegar al metro setenta, pero lo cierto es que las motivaciones del sector masculino para sumar centímetros a sus zapatos son variadas y tienen que ver también con motivos de tipo psicológico, como la autopercepción de uno mismo y, en consecuencia, lo que se transmite a los demás.

«Existen varios perfiles entre nuestra clientela. De hecho, nuestro ‘cliente récord’ es de Dinamarca, el país con las personas más altas del mundo, y mide 1,88 metros», cuenta Fagundo, por lo que descarta que el grueso de sus clientes acudan a ellos por una cuestión de escasa altura.

¿Cuál puede ser, entonces, la motivación de hombres como este danés para decantarse por el calzado que eleva centímetros? «Su mujer es modelo, todas sus amigas también lo son, todas son altas y esbeltas y los fines de semana se ponen tacones», explica Fagundo. «En circunstancias como esa, hay hombres que consideran que no les viene de más estar un poco más altos de lo que ya de por sí son», añade.

Pero no solo depende de la pareja, ya que la decisión de optar por alzas en el calzado puede estar motivada simplemente por una cuestión de compañía. «Te puede ocurrir lo mismo en tu grupo de amigos, en familia o en el trabajo. Aunque es cierto que a veces es la propia pareja la que te pide que vayas un poco más alto para sentirse mejor al ponerse tacones». A este perfil de cliente hay que sumar otros dos: por un lado los hombres de baja estatura y, por otro, los que el responsable de la compañía considera que «dan más juego». «Se trata de hombres muy conocidos, famosos que tienen que estar delante de una cámara y sienten la necesidad de estar un poco más altos, en ámbitos que van desde la política hasta el cine y la televisión», cuenta Fagundo, quien señala que, por motivos de confidencialidad, no puede desvelar nombres. El éxito del negocio de los zapatos con alzas para hombres está motivado por múltiples factores, pero si hubiera que destacar uno, él se inclina por «la autoconfianza que genera ganar unos centímetros de altura».

PISANDO FUERTE

«El hombre que utiliza este tipo de zapato es muy habitual que tenga un subidón, más seguridad en sí mismo. Como dice Alejandro Sanz, siente que va pisando fuerte. Con él te ves más seguro, la gente también te ve diferente, y eso engancha», explica. En su opinión cuando los hombres empiezan a usar este tipo de zapatos, repiten y comienzar a utilizarlos muy a menudo».

«Si las mujeres usan tacones, ¿por qué no vamos a poder llevar los hombres un calzado que nos sume altura?», dice.

Y es que, lo digan o no, muchos de ellos también se suben a los zapatos, aunque solo sea para ver la vida desde otra perspectiva.