Marta Placer: «Cuando bailo siento pasión y felicidad»

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Ángel Manso

Con un diez de media y tras dedicar más de tres horas diarias a esta modalidad, esta joven coruñesa acaba de recibir el premio extraordinario de danza que otorga la Xunta

16 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La disciplina y la constancia son el día a día de Marta Placer (A Coruña, 2001) que combina este año sus estudios de segundo de bachillerato con su gran pasión, la danza. Por eso es tan importante para ella haber alcanzado la excelencia en esta modalidad. Esta joven coruñesa de apenas 17 años sabe mucho del esfuerzo diario y del tesón que hay detrás de este premio extraordinario de danza: «Fue bastante duro conseguirlo y que al final me lo den es una recompensa a todo el trabajo que hice y con mucha constancia», asegura Marta.

Reconoce que para ella «lo más duro no fue conseguir el diez de media», sino «combinar el colegio con tantas horas de danza» porque «no todo el mundo es comprensivo»: «Al final tienes que luchar tú por sacar las dos cosas a la vez», dice esta joven que se enfrenta este año a la selectividad: «Me gustaría combinar mi carrera artística con una universitaria, pero no tengo claro aún cuál. Voy intentando sacar la mejor media posible y después ya elijo», confiesa esta bailarina que a través de la danza es capaz de expresar sentimientos que con las palabras no sabría: «Cuando bailo siento pasión y felicidad. Aunque esté representando algo triste, por dentro me emociona», dice.

LA DANZA EN ESPAÑA

Una buena parte de su éxito está en sus padres: «Siempre me han apoyado. Sin su apoyo, seguramente habría dejado la danza. Ellos saben por todo lo que he pasado», asegura esta joven que es consciente de que las artes escénicas no están tan valoradas como deberían en este país. Una afirmación que realiza con conocimiento de causa después de haber realizado varios cursos en Estados Unidos: «Tuve la suerte de que me dieron dos veces una beca para irme a una escuela de Chicago. Allí puedes ver que a la gente les interesa el arte y apuestan por ello. Y da pena que aquí no pase», explica esta coruñesa que no descarta irse al extranjero para desarrollar su carrera artística: «Precisamente en esa escuela crearon una compañía y me invitaron a ir, pero es un gran paso y me eché atrás porque tenía que acabar segundo de bachillerato. Pero bueno, no descarto nada. Ahora tengo todas las opciones por delante», indica Marta, que comenzó a bailar con tan solo siete años y a la que no es difícil augurarle un futuro prometedor porque tiene la clave del éxito en las puntas de sus pies y la actitud necesaria para llegar adonde quiera.