Matías Varela, actor: «Un hijo de cambadeses tuvo que ir a Colombia a interpretar a un narco para hacerse sueco en Estocolmo»
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La fama mundial le llegó con «Narcos», pero el cambadés, que ahora está en «Hierro» y rueda con Ridley Scott en Sudáfrica, lleva años siendo muy popular en su país adoptivo, Suecia, donde también lo fichó Scorsese
20 mar 2021 . Actualizado a las 11:41 h.Hijo de una cambadesa y de un vecino de Ribadumia, Matías Varela (Estocolmo, 1980), que coge el apellido de su madre, se hizo un hueco entre los fans de Narcos con su papel de Jorge Salcedo. Muchos aún se sorprenden hoy al saber que el intérprete es mitad gallego, mitad nórdico. Instalado con su familia en Ciudad del Cabo por unos meses, mientras dure la grabación de la segunda entrega de Raised by wolves (Ridley Scott), responde al teléfono desde Sudáfrica con la cercanía de un viejo conocido. La entrevista solo es interrumpida por las travesuras de sus hijos, a los que regaña en sueco. «Mi mujer, que es del norte de Suecia, donde tenemos un ranchito, y yo estamos pensando en mudarnos durante un tiempo a España, es decir, a Galicia, para que aprendan el idioma. Esta es una de las cosas que buenas que tiene para mí poder vivir de ser actor», confiesa. En Hierro (Movistar), cuyo último capítulo de la segunda temporada se emitió este viernes, es Gaspar Cabrera, un canario con pasado en Miami. De nuevo, toca fingir acento, a él que le gusta tanto el gallego que le enseñaron sus padres en Suecia.
-Por fin un papel español.
-Cuando me llamaron los hermanos Coira, pensé: «¡Por fin, voy a hacer de gallego!». Pero, no. Tampoco se puede tener todo [bromea]. Por lo menos, en las críticas que he leído no se meten con mi acento canario. Muchas veces me preguntan cuál sería el personaje de mis sueños y lo cierto es que vivo la vida de mis sueños. No tenía la esperanza de que ser actor me llevara tan lejos. Nunca me acostumbraré a esto. No soy de familia rica. Tuve que trabajar de chaval en un país en el que era hijo de inmigrantes de la clase obrera. Hace 20 años, en Suecia no había diferencia entre ser inmigrante europeo o de otro continente. Fui peón en la construcción y trabajé cuidando mayores. Cumplí los 30 interpretando mi primer papel protagonista. Sé lo que es la vida porque tuve una vida anterior a esta. Y me gusta bastante más la que tengo ahora. No quiero ser más famoso. Intento no hacer muchas entrevistas, no ir a estrenos, no me gusta la farándula. Tengo los mismos amigos hoy que con 13 años, en Estocolmo y en Cambados.
-«Narcos» fue el punto de inflexión.
-Con Narcos me convertí en sueco en Estocolmo. Un hijo de cambadeses tuvo que ir a Colombia a interpretar a un narco para hacerse sueco. Para mis padres fue una felicidad inmensa leer en la prensa escandinava, «la estrella sueca, Matías Varela». Y ni pasaporte sueco tengo, pero ya me dan papeles de sueco, sin tener que justificar mi físico ni limitarme a los personajes de inmigrante, persona conflictiva...
-Con «Hierro», la fama será más local, pero no menos importante.
-¡A ver quién aguanta este verano a mi madre en la plaza de Cambados! Ella y mi padre cumplen 65 dentro de poco y van a volverse para Galicia. Hierro ha sido una de mis mejores experiencias actorales. Y lo digo después de haber rodado en más de 30 países. Hasta ahora nunca había trabajado en España. Mi experiencia siempre fue ante la cámara, nunca en el teatro, por eso digo que no necesito los aplausos. Aunque no lo parezca en una entrevista, soy una persona tímida, muy sensible. Pero, como decía, siempre trabajé en Suecia o en Hollywood como actor. Tuve mucha suerte de que me eligiesen para Hierro. Ahora estoy con Ridley Scott (Raised by Wolves) y antes trabajé para Martin Scorsese (el productor de Dinero Fácil). Jorge y Pepe Coira están al mismo nivel. Son buena gente y con mucho talento. Los veo en una producción macro. Otra cosa es que eso sea lo que ellos buscan. Lo mismo digo del equipo. Candela Peña es una actriz con mucha energía, Darío Grandinetti siempre tan elegante. La fotografía y el montaje no tienen nada que envidiar a una superproducción. Me llegó con ver la primera secuencia para saber que estaba ante una gran serie y llamar a mi madre.
-¿Gustaría «Hierro» en Suecia, la cuna del «nordic noir»?
-Espero que la vendan fuera porque se merece un público internacional. Esta temporada, a mí me parece incluso mejor que la primera, y España y el castellano están de moda. Vivimos un momento muy bueno y gracias a producciones muy poco españolas, como Narcos, que abrieron puertas. Además, Hierro tiene un toque con el noir. Es thriller y drama, acción con momentos de humor. Las producciones norteamericanas son una cosa o la otra. Después, está el paisaje de la isla, tan aislado, y la protagonista, una mujer. Algo que desde hace años es habitual en las series nórdicas.
-¿Te gustaría repetir en España?
-Fuera, España es sequía y flamenco. Galicia es frondosa y verde. Un productor norteamericano alucinaría. Cuando hicieron las series sobre el narcotráfico en la rías, exclamé: «¡Cómo no me llaman a mí!» [Se ríe]. Me gustaría hacer algo con más acción, y ficción, sobre el presente del narcotráfico. También, sobre la Galicia de la época de Franco. Tendré que telefonear a Jorge. De hecho, ya estamos hablando de que hay que hacer algo.