Miren Ibarguren, actriz: «Yo sí me creí el cuentito de que teníamos que ser perfectas»

YES

Diego Lafuente

«La que se avecina» con Patricia Picón es grande. En su empeño por demostrar ser la «superwoman» del siglo XXI le pasará de todo. Y será Miren Ibarguren quien encarne y parodie a la heroína que «se supone debemos ser todas las mujeres». ¿Te suena «Supernormal»?

12 jul 2021 . Actualizado a las 09:04 h.

Miren Ibarguren (San Sebastián, 1980) transmite paz y poder con solo escucharla. Su buen rollo, ingenio y energía la distinguen. Se siente una mujer afortunada y tiene clarísimo que lo suyo es la comedia, aunque también se le da el drama. La donostiarra que siempre quiso ser actriz va sobrada de talento. Lo mismo te monta unas Escenas de un matrimonio, que lo peta con Soraya, y por si fuera poco, te deja con la inquietud de saber cuál será La que se avecina. Pero ojo, más allá de su lado divertido, hay cuestiones que no le hacen ni pizca de gracia.

Ahora se nos presenta como la mujer Supernormal en la piel de la insoportablemente exigente Patricia Picón. Una inversora de banca dispuesta a ser la mejor en el trabajo, la casa y todo lo demás, cueste lo que cueste. ¿Lo conseguirá? La nueva serie de Movistar+, dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, y escrita por Marta Sánchez y Olatz Arroyo, acaba de salir como pan caliente para hacer reír y reflexionar. Y claro, conversamos con la Picón y la Ibarguren, que algo tienen que ver.

Acaba de estrenarse «Supernormal» ¿es una parodia de la heroína que se supone debemos ser todas las mujeres?

Según las creadoras, nació con esa pretensión, la de ser como la parodia de la mujer del siglo XXI que se supone que debemos ser todas las mujeres. Y también para demostrar que eso de intentar ser perfecta no es más que una losa que lo único que logra es hacerte perder.

¿Qué ha representado interpretar este personaje controvertido?

Pues la verdad me lo he pasado bien siendo Patricia Picón. Creo que tiene un montón de aristas, detalles y que el guion tiene muchos giros que resultan muy divertidos para trabajar. Dentro de todo, no nos podemos olvidar que es una comedia y por lo tanto tiene que ser divertida, y en este caso lo ha sido.

 ¿Miren Ibarguren tiene algo de la exigente Patricia Picón?

Yo sí que me creí ese cuentito de que tenemos que ser perfectas, que tenemos que hacer todo bien, tatatatá. Y tengo un pequeño pepito grillo aquí, que sí me hace ser un poco Patricia Picón en ese sentido, que me lo estoy currando para que se vaya, ehh, no te creas, -enfatiza- . Pero sí, eso lo tenemos las que nacimos en los 80, nos sale esa cosa de Patricia Picón.

Disfrutas haciendo comedia. ¿Siempre supiste que era lo tuyo?

Yo quería ser actriz. Y la verdad es que la comedia me encanta, me lo paso muy bien. Y cuando vuelvo a casa tengo la sensación de que si te lo has pasado muy bien en tu trabajo, aunque sea diez minutos, ya merece la pena, y a mí me pasa con la comedia. Entonces, sí, estoy muy a gusto y creo que es un poco mi casa.

Sabes cómo tocar la tecla del éxito. Has protagonizado las populares series «Escenas de un matrimonio» «Aída» y «La que se avecina». ¿Lo hueles? ¿sabes cuando un proyecto va a funcionar?

No. También están los proyectos que no funcionan, pero gracias a Dios de esos no se acuerda nadie [se ríe]. He hecho de todo, cosas buenas, malas, que han funcionado y que no, pero da igual, todas me sirven de entrenamiento. El éxito jamás se huele porque si no, todo el mundo tendría la fórmula y todo sería espectacular. Me siento afortunada de haber estado en un montón de cosas que han funcionado tan bien y la verdad que es una suerte.

Recientemente se estrenó «Operación Camarón» donde interpretas a una policía embarazada. ¿Están cambiando los roles que interpretan hoy las mujeres y que antes apuntaban a personajes masculinos?

Absolutamente. Creo que la calle pide otro tipo de pantalla. El público necesita ver reflejada la sociedad de hoy en día y eso implica ver nuevos personajes femeninos y masculinos, otro tipo de relaciones entre ellos y también nuevas experiencias a contar. Se ha abierto el abanico porque se están creando personajes femeninos muchísimo más variados y sobre todo más acordes con la realidad.

Se dice que el humor es cosa de hombres ¿y para las chicas no?

¿Eso quién lo dice? Quien lo dice que me lo diga a la cara. Se dicen muchas mentiras, el humor no tiene género. Ninguna profesión tiene género, nada tiene género. Olvidémonos ya de esta guerra absurda de insultar a la mujer porque sí, porque esta semana qué toca: ‘Ahora las cómicas no tienen gracia, vale'. La semana que viene qué es: ‘Las técnicas superiores de limpieza no tienen derecho a paro'. Es un ataque absurdo e infantil a las mujeres y eso hay que erradicarlo, quien dice este tipo de cosas, vamos, a mí me suena a 1750.

«Nosotras crecimos con el prototipo de Claudia Schiffer y creíamos que el ideal tenía que ser ese»

¿Te han afectado alguna vez los estereotipos de belleza para interpretar algún personaje?

Cuando empecé hace 15 años, recuerdo que en algún casting no me cogieron porque me dijeron que no estaba lo suficientemente buena. Hombre, a lo mejor estaban buscando una guapa, pero ese tipo de comentarios en tu cara eran bastante bastante habituales. Hoy sería imposible hacerle ese comentario a una actriz o actor por lo menos en su cara. Han cambiado mucho las cosas, las chicas y chicos jóvenes están haciendo muchísimo por mostrar otro tipo de cuerpos y naturalizar un montón de cosas que nosotras en nuestra época no pudimos naturalizar. Por eso creo que mostrar los cuerpos tal y como son también en la ficción, está ayudando a mucha gente. Yo he sido una chica acomplejada toda la vida y mis amigas también. Nosotras crecimos con el prototipo de Claudia Schiffer y creíamos que el ideal tenía que ser ese. La tele reflejaba otro tipo de mujer y ver ahora a las chicas mostrándose tal y como son, sin ningún tipo de complejos, dices: ‘Joder, ole por ellas, es otro paso más'.

Dices que lo tuyo es el gamberrismo. ¿Cuál es la gamberrada más grande que has hecho?

 No te las puedo contar -se ríe- cuando nos veamos cara a cara te las cuento a ti.

Transmites alegría y diversión. ¿Forma parte del papel o eres así?

Intento ser así porque me sienta bien, porque si no, me voy a un lado más triste y oscuro que no me gusta, el que tenemos todos. Intento estar contenta, alegre porque me sienta bien.

¿Entonces en las fiestas eres la que anima el cotarro?

Mira, tengo amigas que son mucho más graciosas que yo y no se dedican a esto de la tele ni nada. Estoy rodeada por gente supergraciosa. Entonces, a veces lo animo yo o mis amigos y amigas, pero la verdad es que tengo la suerte de estar rodeada por gente supergraciosa.

¿Y qué no te hace ni pizca de gracia?

El machismo, la injusticia, la falta de nobleza y las mentiras.

Nicolas Cage, ¿es un referente como actor o significa algo más?

Ahora mismo algo más. Para mí es un coleccionable, es el merchandising más guay del mundo. Sus chándales, sus libros de colorear, sus cojines, todo me parece fantástico. Es un mito.

¿Los juguetes en forma de manos pequeñitas que protagonizan tus publicaciones, qué significan?

Nada, todo lo que hago no significa nada, [se ríe]. Es pasar el rato, pasármelo bien una tarde. Ir en el ave con la manita pasándola por el cristal y reírme yo sola. No significan nada más que que me aburro. Te voy a regalar una manita algún día, ya verás qué tarde más buena vas a pasar.

Entre risas acaba la conversación, no podía ser de otra manera. Y de que Miren es una superwoman no hay duda, lo somos todas porque tenemos un denominador común: ser únicas y especiales.