Ricardo Mediano, profesor de autoescuela: «Ahora es más difícil aprobar el examen práctico de conducir»

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Aprender a conducir es un clásico entre los propósitos de Año Nuevo. Ricardo Mediano, con 25 años de experiencia en el sector, sabe que en enero entra mucho alumno nuevo por la puerta. «El caso es que vuelvan. Algunos no pisan más la autoescuela» .
05 mar 2024 . Actualizado a las 19:39 h.Las autoescuelas tienen sus meses», afirma Ricardo Mediano, copropietario de la academia Nova Sada. Verano es un must y en enero se apuntan nuevos alumnos, pero «algunos pagan 350 euros y nunca más vuelven».
—¿Cuál es el mes ideal para hacerlo?
—Para las prácticas, el verano es perfecto, porque haces más kilómetros y te mueves con tranquilidad. Pero el tráfico fluido no te beneficia en un examen, porque los recorridos son más largos.
—¿Preparado para el ‘overbooking'?
—A las clases teóricas cada vez viene menos gente. Tiran con plataformas online o haciendo muchos test, pero lo ideal sería que asistieran a las clases.
—¿Por qué es importante?
—Porque deben entender que conducir es un acto de responsabilidad que implica una serie de riesgos. Luego va lo fundamental: el control de la velocidad y los sistemas de seguridad.
—Los coches cada vez tienen más.
—Y la gente desconoce cosas tan simples como el funcionamiento del ABS. Cuando frenas a fondo, notas unas pulsaciones en el pie. Hay quien se asusta y suelta el freno, cuando lo que tienes que hacer es insistir con el freno a fondo.
—Con tantos elementos nuevos por la calzada, ¿sacar el carné de conducir es ahora más difícil que antes?
—Sí, quizá el práctico es más complejo, porque tienes que andar pendiente de si atraviesas un carril bici o de los patines. Eso te puede complicar el examen.
—¿Y el teórico?
—No es más difícil. La mecánica casi ha desaparecido. Si te preguntan algo, es la profundidad de los neumáticos y poco más. Tiene sentido, porque los coches cada vez tienen más sistemas eléctricos y menos mecánicos. Nuestros padres cambiaban el aceite y limpiaban las bujías, pero nosotros nada de eso.
—¿Hay preguntas trampa?
—Eso es un mito. De hecho, pedagógicamente, los han mejorado mucho. Ahora se preocupan más de que la gente entienda lo que responde.
—¿Seguro que no van a pillar?
—En absoluto. Es más, cuando ponen una pregunta nueva, le hacen un seguimiento. Si ven que la falla mucha gente, le modifican el texto. Lo que hay es un problema de comprensión lectora.
—Póngame un ejemplo.
—El tiempo de reacción en caso de haber consumido alcohol o drogas. La gente tiende a poner que es menor, pero en realidad es mayor. Lo que es menor es tu capacidad para conducir en ese estado, obviamente.
—¿Qué pregunta se falla más?
—Las que tienen que ver con los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS). Muchos son términos nuevos y suelen ir en inglés.
—¿Y cuál fallaría hasta el conductor más experimentado?
—¡Buena pregunta! Ahora no caigo.
—Le doy ideas. Semáforo principal en rojo y complementario para girar a la derecha en ámbar. Si quiero seguir de frente, ¿tengo que avanzar?
—¡Esa sí que es una cuestión que hasta el conductor más experimentado podría errar! Si la flecha del suelo te permite las dos opciones, no tienes obligación de girar a la derecha. Puedes esperar a que el semáforo principal se ponga en verde y continuar de frente.
—Pues no son pocos los que pitan en algunos cruces de ese estilo.
—La gente te pita, efectivamente. Pero por desconocimiento. Si el carril es exclusivo para girar a la derecha, no puedes hacer otro movimiento. Pero si no es así, tú puedes esperar. Cuando te piten, ¡respira hondo y piensa que lo estás haciendo bien [risas]!
—¿Son unos listillos o están optimizando espacio los del carril de aceleración para saltarse una caravana de coches?
—Adelantar a los que están esperando religiosamente en su carril no está mal hecho, pero es una cuestión de cortesía.
—¿Cuántos test recomienda?
—Las tandas de test tienen que ser disciplinadas. Te levantas por la mañana y haces dos; antes de comer te haces, tres; y al acostarte, cuatro. Nunca una tanda de más de cinco test, porque se cometen muchos errores. Te saturas. No es buena idea hacer muchos test seguidos.
—¿Un truco para aprobar?
—Es fundamental la gestión de los nervios. Yo siempre procuro reforzar positivamente a mis alumnos, pero ellos tienen que poner de su parte. Los físicos y matemáticos le dan tantas vueltas a las cosas que se complican la vida solos. Tuve a uno que era una eminencia en lo suyo pero, para tomar una curva, se ponía a calcular la fuerza centrífuga. Por contra, la gente que estudia música o que practica deporte a un nivel alto, tienen un poder de concentración brutal. Una de las claves en los exámenes es el control de los nervios.
—¿Qué provoca la mayoría de los accidentes?
—La distancia de seguridad. En Alfonso Molina, en A Coruña, es un clásico. Los golpes por alcance en esa avenida son porque no hay la distancia suficiente.
—¿Qué hay de cierto en que si pruebas un coche automático no vuelves al manual?
—Eso es cierto. Son muy cómodos. La primera vez que conduje uno automático pensé: «La caja de cambios, ¡pa' su prima!». Además, te permiten estar mucho más atento a la conducción.
—Hablando de mitos, ¿quiénes aprueban más a la primera, las mujeres o los hombres?
—A partes iguales. Hay más mujeres que hombres sacándose el carné. Lo cierto es que los mejores alumnos que he tenido en mi vida han sido mujeres.
—¿Cuál es hoy el perfil de alumno?
—Un poco de todo, pero una cosa le digo, la gente cada vez se saca menos el carné, sobre todo en las grandes ciudades, porque empieza a ser un lujo. Por un lado, no lo puedes utilizar, por otro, no tienes donde dejarlo, y el taller, y el seguro... Las nuevas generaciones no tienen esa inquietud que teníamos nosotros por sacarse el carné.
—¿Y fuera del entorno urbano?
—Ahí hay más interés. Yo trabajo en Sada y, como tienen poca frecuencia de autobuses, hay más necesidad. Pero en las grandes ciudades, la gente ya pasa.
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—¿Le pondría un tope de edad a la renovación del carné de conducir?
—No. Eso deberían valorarlo en los centros psicotécnicos, siendo más estrictos a partir de determinada edad. Hay gente de avanzada edad en unas condiciones físicas estupendas. También deberíamos ser sensatos y valorarlo nosotros mismos, por responsabilidad personal.
—¿A qué edad se puso al volante?
—Yo empecé a conducir a los 18 años.
—¿Lo sacó a la primera?
—El teórico sí, pero el práctico a la segunda. Todavía no sé como, ja, ja…
—A mucha gente le pasa eso.
—Sí, claro, lo de sacarlo a la quinta le pasa a un montón de gente. Incluso a quienes conducen muy bien.
—Un consejo para ser buen conductor.
—Jackie Stewart (campeón del mundo de Fórmula 1) coincidía con Paco Costas (La segunda oportunidad) en dos cosas: no perder la referencia hacia delante y no soltar nunca el volante. Yo jamás quito la vista de delante ni dejo de controlar el entorno. Es fundamental.