Alba Pardo, empresaria y presidenta de Ampega: «A las mujeres nos han metido en la cabeza que nuestra máxima es sacar una oposición»
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Surge un nuevo colectivo de emprendedoras y profesionales gallegas que quiere crear una red de apoyo y aseroramiento
04 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Nace en Galicia una nueva Asociación de Mulleres Profesionais e Empresarias (Ampega) para ser una red de apoyo y dar un aire fresco al mundo de la empresa. Alba Pardo, empresaria que dirige una academia online en A Coruña, es su presidenta.
1 ¿Qué es Ampega y qué objetivos tiene?
Somos una treintena de profesionales y empresarias, la mayoría al frente de una pequeña pyme o autónomas, que queremos aportar un aire fresco al sector en Galicia.
2 ¿Por qué había la necesidad de crear una nueva asociación de mujeres empresarias?
Llevo diez años emprendiendo y no es hasta ahora, cuando tengo 14 personas contratadas [Alba Pardo codirige en A Coruña una academia de formación online con más de 35.000 alumnos], que me siento empresaria. Y esto no es algo que me suceda solo a mí. Las mujeres siempre nos consideramos emprendedoras, nos cuesta vernos como empresarias.
3 ¿Por qué cree que pasa esto?
Hay una distancia grande entre las empresarias que tú ves y la que tú eres. Nosotras pretendemos aproximar un estilo de liderazgo un poco diferente y que va acorde con una parte importante de la sociedad. Buscamos también dar cabida a las minorías. Nuestro lema es: «Nadie nos esperaba y aquí estamos».
4 ¿Y por qué nadie os esperaba?
Nuestros padres son clase trabajadora. Somos una generación de empresarias, autónomas y profesionales que nos hemos nutrido de las becas del Estado del bienestar en el que vivimos. Gracias a los impuestos que empresas y trabajadores generan. Queremos reivindicar que la distribución de la riqueza funciona y que estamos aquí gracias a ella. Este año tuve que pagar 33.000 euros de impuestos. ¿Me gustó? No, pero comprendo que es necesario para que la sociedad funcione.
5¿Cómo podéis ayudar a otras empresarias?
Queremos ser de utilidad creando una red de apoyo entre nosotras para cuando no tienes ni idea de por dónde empezar. No todas tenemos el tiempo o la capacidad para estar al tanto de líneas de ayudas o de programas de formación que pueden venir de Europa, del Estado, la Xunta o de la Diputación. De todo esto también informamos en nuestro pódcast, Éramos pocas.
6 ¿Le cuesta más emprender a una mujer cuando procede de la llamada clase media?
A las que venimos de abajo nos cuesta vernos liderando, no nos vemos dirigiendo. Muchas veces quedamos cómodas con el proyecto que se nos asigna y damos gracias por ganar los 1.300 euros del salario mínimo. Nos han metido en la cabeza eso de «esto no es para ti» y que la máxima es sacar una oposición como la única forma en la que una mujer puede tener un sueldo digno. Yo siempre me encontré con un «no» en casa a la hora de emprender. Pero fui perseverante.
7 ¿Es normal que una empresaria reivindique los derechos de los trabajadores?
Nosotras apostamos por la estabilidad laboral con contratos fijos, por los horarios conciliadores o por la subida del salario mínimo, que a quien más beneficia es a las mujeres, porque tenemos los empleos más precarizados. Eso de la meritocracia es una gran falacia que, además, criminaliza al que no lo consigue. También lo hacen eslóganes como el de «para ser empresaria, tienes que fracasar». Los que venimos de abajo no nos podemos permitir fracasar.
8 ¿Las empresas siempre son las malas de la película?
Sí, se suele criminalizar al mundo empresarial, como si todos fueran iguales, y eso es algo que tampoco nos parece justo. Reivindicamos el valor que tienen las empresas como motor de un país.