Dónde estaban esas melenas blancas

YES

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07 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque el tiempo no le haya sentado demasiado bien, hay cosas que sucedieron en Sexo en Nueva York que las de mi generación citaremos para siempre. Una de esas sucedía en alguna de las temporadas del medio de la serie, antes de que empezara a perder a chorros aquella osadía que nos había hecho tan felices. Fue el día que Samantha (Kim Cattrall) se encontró una cana en el pubis. El hallazgo fue tan devastador que comprometió a su amiga Carry para que certificara su decadencia en una secuencia que transcurre en un cuarto de baño y en la que Cattrall le enseña las pruebas mientras Bradshaw se come unos espaguetis sentada en la taza del váter. En aquellos años noventa las canas eran un semáforo en rojo para las mujeres, estuviesen esos cabellos sin melanina arriba o abajo. Los tintes para ocultar esa pérdida de pigmentación se llevaron miles de millones de euros y las mujeres perdieron miles de millones de horas en aplicarlos, lo que confirma que el ser humano es un sujeto particular. La devoción por los colorantes ha sido tan cultural que en países como España, en donde solo el nueve por ciento de los habitantes tiene el pelo claro, reside el mayor porcentaje de rubias del continente. En torno al color de las melenas de las chicas ya sabemos todo lo que se ha dicho, como muy bien sabe hoy, por ejemplo, Yolanda Díaz.

Varias décadas después de aquella secuencia tan bizarra de la cana púbica de Samantha, la actriz Sarah Jessica Parker exhibe una maravillosa melena gris. Es cierto que su decisión recibe a diario los mismos correctivos dialécticos que se dedican al aspecto de las mujeres cuando discuten el aspecto normativo, pero algo hemos ganado, porque en aquellos años noventa de la serie ninguna actriz como ella se hubiese atrevido a prescindir del Farandol. Hoy te cruzas por la calle con espectaculares cabelleras blancas, relucientes y luminosas, y es inevitable preguntarse cómo es posible que una cosa tan bonita haya permanecido oculta tanto tiempo bajo capas y capas de peróxido de hidrógeno y alguna que otra dictadura estética.