Las hermanas Carmen y Mercedes Zaldívar comenzaron diseñando calzado para niños y ahora preparan una colección para mujer. Sus modelos nacen a orillas del Lérez y se calzan en distintos países. Cumplieron un sueño que no deja de crecer
17 feb 2025 . Actualizado a las 11:07 h.Acaban de llegar de Nueva York. Mercedes y Carmen Zaldívar todavía no se han sacudido el jet lag y ya están en su oficina de Pontevedra organizando la agenda para las próximas semanas. Las Merceditas de Iria, LMDI, son un fenómeno que nació hace doce años del sueño de estas dos hermanas pontevedresas, una de ellas vinculada siempre a la moda, y la otra, azafata de vuelo y una apasionada del calzado, sobre todo infantil, que un día lo dejó todo para cumplir un sueño. Ese sueño es LMDI, una marca que solo tiene una tienda física en Pontevedra, pero que sedujo a la Casa Real y es la favorita de las familias judías de Nueva York. «Son una comunidad que aprecia mucho los zapatos de piel para sus hijos y la calidad del calzado español», explica Mercedes, que hace unos días coincidió con muchas de estas familias en un hotel de New Jersey. «Ellos estaban disfrutando de sus vacaciones de invierno y nosotras trabajando, pero ver nuestros zapatos en los pies de tantos niños fue increíble, compensa todo el esfuerzo que haces».
Ahora volverán a Estados Unidos a mediados de verano para presentarle la colección de la próxima temporada. Es la rutina de una marca que el pasado año vivió un bum mediático al ver a la infanta Sofía con unas sandalias planas destalonadas de su marca. Repitió modelo en la jura de la Constitución de su hermana, la princesa de Asturias, y en los fastos del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI. «Esa publicidad no la hubiésemos podido pagar en mil vidas», reconoce Mercedes. Haber salido en todos los medios de comunicación hizo que su marca se conociese un poco más fuera de los círculos habituales y, aunque las clientas no compraban el modelo «real», sí se llevaban otro calzado para sus hijos.
Pese a toda esa revolución, Mercedes y Carmen echan de menos que el éxito que tienen en Nueva York las acompañe de la misma forma en España. Exportan a varios países del mundo (China, Corea, Japón o Países Bajos, entre otros) a través de agentes comerciales que conocen bien el terreno y tienen su calzado en tiendas multimarca, pero en España su único comercio es el de la calle Gutiérrez Mellado de Pontevedra. «Este país tiene un mercado complejo, antes vendíamos en alguna tiendas, pero lo dejamos. Es mejor trabajar sobre seguro e ir poco a poco», señala esta emprendedora.
«ONLINE» Y CANAL WASAP
La venta online a través de su página web es la única forma de comprar calzado si vives lejos de la ciudad del Lérez. Como saben que comprar zapatos para niños es a veces una tarea complicada, pusieron recientemente un canal de wasap para que las clientas pregunten sus dudas y sepan cómo se adapta el zapato al pie del pequeño. «Les ayudamos y aconsejamos sin ningún problema, en los básicos de hace diez años, sobre todo, ya sabemos cómo sientan y cuáles son las claves». El personal contesta con rapidez y resuelve sus dudas», explica Zaldívar, que tiene una máxima, que los zapatos sean como guantes para los más pequeños. Las botas Skimo con pelo en su interior y, este año, un modelo resistente al agua fueron las estrellas de la temporada. No faltó quien les sugirió alguna vez que montasen una flag ship en Madrid o Barcelona, pero ellas son fieles a su Pontevedra y apostaron por despegar desde aquí. El equipo capitaneado por Mercedes y Carmen Zaldívar está integrado por seis personas que desde las orillas del Lérez trabajan en el diseño y márketing. La fabricación se hace en Alicante para todo el mundo.
COLECCIÓN MUJER
Sus comienzos fueron con los modelos de niñas, siguieron con los niños, al tiempo que lanzaban una pequeña colección de moda infantil. Poco a poco fueron ampliando para que los adolescentes tuviesen alguna prenda, pero sobre todo calzado. Ahora dan un paso más y esos zapatos sueltos que también vendían para mujer se transformarán en una colección con la que quieren reconquistar España. «No será demasiado grande, pero la fuimos testando durante un tiempo y creemos que va a gustar mucho. Lanzaremos la campaña en abril», explica Mercedes, que está muy ilusionada con esta apuesta de LMDI. «Tenemos unos zuecos que son la pera limonera», dice con una sonrisa, sin olvidar las botas cowboy, dos de los productos que ya están en el mercado. «Estas botas llevamos tiempo haciéndolas y salen muy bien», añade la empresaria.
Con esta colección quieren meter el pie en el mercado nacional y ser profetas en su tierra. Tienen muchas esperanzas depositadas en este más que meditado lanzamiento comercial. Seguirán dando guerra con el calzado infantil y viajando a Nueva York, donde rompen moldes desde hace años. «Hasta nos han pedido que se vea bien la marca en el zapato, les gustan las marcas y quieren que se identifiquen nuestros zapatos, que se vea que son LMDI», reconoce con una mezcla de orgullo y sorpresa por ver en lo que se ha convertido ese sueño que fue tejiendo junto a su hermana.
MÁS QUE CALZADO
Los diseños y la calidad de los zapatos les abrieron las puertas, la Casa Real les dio la repercusión y ellas supieron subirse a esa ola. Pero LMDI no es solo calzado. La marca Galifornia la han llevado hasta el extremo. Y hasta Alba Carrillo se puso sus camisetas y sudaderas. La imagen es muy importante para ellas, así que los estilismos son una prioridad. Subían imágenes de calzado, pero vestían a las modelos con ropa de otros comercios. Así que pensaron que en lugar de remitir a la gente a las grandes cadenas de las que se nutrían, crearían su propia marca. Ese fue el punto de partida de la colección Atlantic Coast. Primero fueron las sudaderas y después las camisetas, todas ellas en gris lavado a la piedra con Galifornia escrito en colores flúor. «Se convirtió en la camiseta de los festivales», decía hace unos meses.
Doce años después de que Carmen y Mercedes Zaldívar diesen forma a LMDI, su negocio camina en muchas direcciones. Y es imposible no echar la vista atrás para ver esos inicios en los que Mercedes dejó la aviación para, en un primer momento, vender calzado de otras marcas en la tienda que su hermana tenía en Pontevedra. Pronto, todo eso dio un giro de 180 grados y ambas se unieron en un proyecto que tuvo su primera gran acogida en el 2017 en la feria de moda infantil Playtime de París. Cumplieron un sueño. Y quieren más. Calzaron a la hermana de la futura reina, levantan pasiones en Nueva York y todo con unos diseños que nacieron a orillas del Lérez.