De todas las cosas que enseña Adolescencia, la serie de Netflix de la que todas hablamos, la de los mensajes que ocultan las redes sociales es una prueba más del abismo insalvable que nos separa a las generaciones. Si una repasa el catálogo de los emojis de WhatsApp desde los viejos códigos del siglo XX verá una lista de dibujos inocentes que representan cosas conocidas y familiares. Un pulpo, un tambor, una barra de labios, una sevillana bailando, una cara ojiplática y así. Hay también corazones de varios colores que usamos casi siempre ao chou, como si fueran un catálogo con el que darle tonalidad a los mensajes y poco más. Pero gracias a Adolescencia hemos descubierto que hay todo un código intrincado y sutil que pasa por debajo del radar de los adultos, que la chavalada utiliza con objetivos muy diferentes a los nuestros y que puede convertir una cadena de dibujos en apariencia inocente, en una amenaza. La serie se detiene en una pareja de emojis (píldora roja y dinamita) que los rapaces utilizan para calificar a un hombre de incel e invitarlo a que deje de serlo. La píldora roja apelaría a Matrix y es el código para exigirle a alguien que abra los ojos a la realidad. En cuanto a lo de incel es el palabro con el que se define a los célibes involuntarios, un ejército de varones incapaces de tener relaciones con mujeres, entre otras cosas por lo que consideran un rearme feminista intolerable. Los incel estarían siendo víctimas de la regla del 80/20 en función de la cual al ochenta por ciento de las chicas les gusta solo el 20 por ciento de los chicos, lo que deja fuera de la ecuación a una tropa enorme de muchachos que andan por la vida frustrados y enfadados. En cuanto a los corazones, puede que la única coincidencia semántica con nosotras sea la que da significado al rojo, destinado al amor romántico. Pero atención a los demás. En el diccionario adolescente de WhatsApp, el morado no estaría vinculado al feminismo sino al deseo sexual; el amarillo comunicaría que me interesas y yo a ti; el rosa, me interesas pero sin sexo y el naranja le diría al receptor, todo irá bien. Menudo estrés cuando vuelva a usar el WhatsApp.