Marga López lucha por poner luz sobre la menopausia: «Hay muchas mujeres con ella diagnosticadas de depresión»

YES

MARGA López tiene la menopausia. Y no se esconde. Lo cuenta. Lo grita. Quiere que otras mujeres que están pasando por lo mismo, o que van a pasar, conozcan un poco mejor lo que se les viene encima
18 jul 2025 . Actualizado a las 12:18 h.Para Marga López hablar de la menopausia es una forma de ayudar a otras mujeres. También una forma de decir: «Lo he pasado mal, pero de esto se sale y ahora estoy bien y tranquila». El proceso, cuenta, «es largo y desconocido»: «Mucha gente cree que la menopausia son solo unos sofocos y ya, pero hay muchísimos más síntomas». Después de tres años de dolores, de malestar y de escuchar comentarios que le decían «parece que todo lo que tienes es de cabeza», por fin le ha puesto nombre a lo que le pasaba: menopausia.
«Empiezas a tener molestias, dolores y sensaciones que te incapacitan incluso a veces para realizar tu vida normal y no sabes lo que te pasa y te puedes pasar así años», asegura. «Cuando comentas todos los síntomas que tienes, la gente te dice tiene pinta de ser de cabeza. Y dices tú: ‘‘No, no es de cabeza, yo me conozco perfectamente, a mi cuerpo le pasa algo y no sé lo que es”», relata. Así fue como Marga empezó un periplo por médicos y analíticas de tres años. «Me hacían las analíticas y me decían que todo estaba perfecto. Y yo decía: ‘‘¿Qué me está pasando”. Llegas a dudar de ti misma y empiezas a pensar que a lo mejor es de cabeza. Y vas tirando con analgésicos y antiinflamatorios, pero no es la solución», cuenta sobre estos años de búsqueda de un diagnóstico. «Y es un tema desconocido hasta que vas al ginecólogo y te dice que puede ser la menopausia, pero puede que no, y te pide una analítica hormonal y es ahí cuando te lo dicen: estás menopáusica. Estuve tres años en saberlo».
HAY QUE HACER ANALÍTICAS
Por eso cree que es importante que las mujeres se hagan analíticas hormonales. «La gente no se las hace y la menopausia la puedes tener desde los 38 años. A mí, en cuanto me dijeron que era menopausia, que me iban a poner un tratamiento hormonal, me tomo la pastilla y al día siguiente estoy mejor. Tengo momentos todavía complicados, vas más lenta que habitualmente, ya no puedes correr como corrías antes, ni puedes hacer todo lo que hacías antes, pero hay que adaptarse al nuevo cuerpo y a la nueva velocidad. Y sobre todo consigues la tranquilidad de saber que no tienes nada grave, nada que no se pueda arreglar», asegura.
Para esta coruñesa hay un antes y un después del tratamiento hormonal, algo que cree que todavía no se conoce tanto: «Es que de repente dejas de liberar estrógenos, entonces, ¿cómo no te va a afectar a todos los niveles? Lo peor es que de la noche a la mañana estás como frenada, como si te estuvieran tirando con una piedra de cien kilos para atrás y ves que no avanzas. Y la gente no te entiende, ni las propias mujeres. Y yo creo que hay muchísimas mujeres medicadas y diagnosticadas de depresión y ansiedad que lo que tienen es premenopausia». «Yo realmente pensé que había pasado la menopausia porque tuve unos sofocos unos años atrás y ya. Pero no sabía que lo peor estaba por llegar», recuerda.
Dolores por todo el cuerpo, de todo tipo, huesos y músculos, cansancio las 24 horas del día. «Dormía 12 horas y dormiría otras doce más». «Un día un médico me dijo que las mujeres nos pasamos media vida con la regla y otra media sin ella y que necesitamos que alguien nos dé un descanso. Y esa es la sensación que tenía: necesito descansar», confiesa. Para ella el descanso llegó con el tratamiento: «Físicamente tengo días peores, pero me siento tranquila, ya sé por fin lo que tengo y no es grave».