Eva González, presidenta de la Fundación Alma: «Muchas lactancias se frustran en el primer mes de vida del bebé»

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Lleva 19 años en contacto estrecho con la lactancia materna, primero a nivel personal y desde hace cuatro, profesional. Preside la Fundación Alma, que el próximo octubre organiza en A Coruña el Congreso Nacional Fedalma
26 ago 2025 . Actualizado a las 13:10 h.El nacimiento de su hijo Xoel, hace ahora 19 años y medio, y su mala experiencia a la hora de arrancar la lactancia materna cambió radicalmente la vida de Eva González Souto (A Coruña, 1975). Esta filóloga trabajaba entonces en el ámbito administrativo y, a base de mucha información e insistencia, consiguió que el recién nacido cogiese el pecho «y la cosa empezase a funcionar». El siguiente paso fue buscar asociaciones de lactancia en su entorno, más adelante mucha formación, hasta que hace cuatro años decidió dedicarse profesionalmente al acompañamiento de familias: «Pero no soy sanitaria», deja claro la presidenta de la Fundación Alma, anfitriona del Congreso Nacional de Lactancia Materna Fedalma, que se celebra el próximo octubre en A Coruña. Un encuentro que trata de abrir fronteras y mentes y en el que se abordarán aspectos como la multiculturalidad, la salud mental, la divergencia o el enfoque sanitario en torno a la alimentación del bebé.
—Insistes en que no eres profesional sanitaria, ¿cómo te defines?
—Soy asesora de lactancia; esta labor puede hacerla una matrona, un pediatra, pero también una madre o una persona que se haya formado para ello. Cuando yo empecé apenas había cursos, pero ahora hay muchos recursos. En el año 2009 nos juntamos un grupo de madres que estábamos criando y fundamos Alma, desde entonces organizamos reuniones tanto en A Coruña como en Culleredo, el número de usuarios es cada año mayor.
—¿Ha cambiado tu punto de vista ahora que ya no eres madre lactante?
—Sí, mucho; una cosa es cómo lo vives como usuaria de un grupo de apoyo y otra cómo lo veo ahora; las madres vienen mucho más formadas, aunque también veo una contradicción: vienen en busca de una red de apoyo, pero muchas quieren soluciones concretas a sus problemas, y no son consultas, son grupos de escucha.
—¿A nivel profesional, ¿percibes más interés por la lactancia?
—Hay más profesionales sanitarios formados, pero se siguen escuchando burradas y, por ejemplo, sigue habiendo una desatención brutal a las mastitis [inflamación de la mama]. Falta investigación, actualización, protocolos y empatía. Y en ese aspecto me temo que no ha cambiado mucho en todos estos años.
—¿Cómo está la lactancia en España?
—Hay ganas de dar el pecho, pero hay muchas lactancias que se frustran demasiado temprano, en el primer mes de vida, porque no hay apoyo ni tiempo en hospitales ni en atención primaria.
—¿Cuáles son las principales dificultades que encuentran las madres?
-—Por un lado el agarre, lo que conlleva que un bebé pueda no estar ganando el peso que necesita; y, por otro, el dolor, que es algo que se ha normalizado: creemos que tenemos que aguantarlo y que es normal.
—¿Qué peso tienen factores como la presión laboral o la conciliación?
—Fíjate si tiene peso que muchas madres con bebés de menos de un mes ya están consultando aspectos de su incorporación laboral, cuando lo que toca en ese momento es instaurar una producción de leche. Y ya ni te cuento si hablamos de mujeres autónomas o quienes no tienen apoyo familiar.
—¿Siguen presentes los mitos culturales en la decisión de amamantar?
—Es cierto que ahora ya hay más información, pero se siguen escuchando cosas como «no puedo dar el pecho porque mi madre ya no pudo», o «no puedo sacarme una muela». Yo más que mitos lo llamaría complot mundial en contra de la lactancia.
—¿Cuál de ellos es el que más te gustaría desmontar?
—El de «dar de mamar duele». Si consigues que cada mujer a la que le duele busque ayuda, ya estás consiguiendo mejorar muchas cosas. Que no se conformen con ese dolor, que en su zona hay un grupo de apoyo seguro.
—¿Qué carencias detectas en los centros sanitarios?
—Una mejor formación por parte de algunos profesionales y, sobre todo, mayor tiempo en las consultas.
«Me encantaría desmontar el mito de que dar de mamar duele»
—En el congreso vais a abordar la multiculturalidad, ¿hay cambios culturales en torno a la lactancia?
—En los grupos cada vez vemos más. Con una usuaria china descubrimos que en la zona de la que proviene no se da el pecho en los primeros siete días de vida. También tenemos usuarias gitanas que amamantan a sus hijos muchos años. Y ambos casos se dan en una sociedad en la que la gran mayoría de madres dan el biberón.
—¿Qué dicen las estadísticas de la incidencia de la lactancia en España?
—La intención de lactar antes de parir está por encima del 50 %. Pero esta cifra cae en las primeras semanas y se hunde a partir del tercer mes.
—También queréis desmontar mitos con otras realidades presenten en la sociedad: madres autistas, con cáncer...
—-Queremos abordar casuísticas variadas que nos vamos encontrando en las reuniones para que se sepa que los grupos de apoyo no juzgan, incluso nadie va a decir nada si alguien saca un biberón. Por desgracia, todavía subyace la idea de que nosotras somos unas radicales que no aceptamos a quien no da el pecho.
—Supongo que las redes sociales ayudan a visibilizar estos grupos
—Es muy importante que haya referentes de la propia cultura que tengan experiencia propia y puedan trasladarla a sus iguales en la comunidad, y para eso las redes ayudan.
—¿Se visibiliza lo suficiente la relación entre la lactancia, la depresión posparto y la salud mental?
—Hay una relación clara, pero a veces se malinterpreta. Por eso estoy deseando escuchar a las psiquiatras que participan en el congreso, para poder dar evidencia científica a los beneficios psicológicos de la lactancia.
—Y en cuanto a cambios legislativos, ¿cuáles consideras más urgentes?
—Sin duda, el permiso personal intransferible y remunerado por nacimiento de hijo.
—Imaginemos la situación dentro de 20 años. ¿Cómo crees que hablaremos de la lactancia en el 2045?
—La lactancia materna está aumentando, las tasas están mejorando despacito; creo y confío en que puede seguir esa tendencia, porque ya hay mucha más información y estudios.
—¿Qué tiene que cambiar en los grupos de apoyo?
—Falta relevo generacional, en estos momentos lo estamos sosteniendo mujeres mayores que ya no somos lactantes. Pero también soy optimista, en la Fundación Alma estamos preparando ya ese relevo para los próximos meses.