
Todas tienen premio y han sido destacadas. Las hay al estilo napolitano, otras de masa muy fina y también de autor. En cuestión de fermentos no tenemos nada que envidiar a Italia. Aquí también disfrutamos de nuestro «dolce far niente»
03 oct 2025 . Actualizado a las 11:25 h.La pizza vive su segunda edad de oro en España tras la implantación a finales del pasado siglo de las grandes cadenas especializadas en el envío a domicilio que llenaron las calles de repartidores en moto. Las más sólidas sobreviven tres décadas después, y a ellas se han unido franquicias de buena apariencia con productos más elaborados, además de los restaurantes especializados e independientes que también se han hecho un hueco entre las preferencias de los gallegos. ¿Cómo sobrevivir entre tanta oferta y competencia? Con calidad, originalidad y premios. De ahí que los foros gastronómicos estén promocionando concursos a los que acuden con sus creaciones los pizzaiolos de Galicia. Y no les va nada mal.
De la importancia de estos reconocimientos populares o profesionales sabe un rato Domenico Bartolotta, que en su primera incursión en el sector montó una pequeña bollería en Santiago y después dio el salto a un espacio más amplio con su primer Sicilia in Bocca. El premio que les otorgó la plataforma Just Eat a la mejor pizza de España en el 2019 fue determinante para que, a día de hoy, este siciliano que llegó a Galicia para montar un almacén inteligente y que se quedó por amor tenga tres locales en Compostela —un restaurante, otro espacio dedicado solo al reparto y un puesto en un mercado gastronómico—, un negocio con el mismo nombre en A Coruña y otro más en Bertamiráns (Ames).
El éxito llamó al éxito y vinieron más premios o puestos destacados en concursos que suponen una motivación extraordinaria para todo el equipo. Su última creación premiada fue El reino de las dos Sicilias, una pizza que obtuvo un primer puesto a nivel gallego y un segundo en España (base de tomate cherri amarillo, mozarela, burrata, jamón serrano, crujiente de parmesano, polvo de café y miel). Es una propuesta 100 % original, como las que están preparando estos días para próximos concursos. «Iván, mi hijo, se encarga de la masa cada día en todos los locales. Y él coordina el trabajo con los pizzeros. Ellos proponen con libertad, vamos probando y tenemos en cuenta las opiniones de todos, incluida la mía. ¡Nos tiene que convencer a todos!», señala.
Las napolitanas

La ciudad herculina cuenta con un buen número de pizzerías napolitanas. Y, además, de premio, como son La Saporita, Sicilia in Bocca o Napolit. Un buen plantel de opciones a las que en el 2023 se sumó Grosso Napoletano, la cadena nacida en Madrid que llegó a A Coruña con dos locales y con un reconocimiento de esos que pesan: mejor cadena de pizza artesanal del mundo, según la guía internacional 50 Top Pizza.
Bruno González Calvo, CEO de la marca, reconoce que los premios han supuesto un empujón importante para el equipo: «Han sido un reconocimiento muy valioso para todos, porque reflejan el esfuerzo y la pasión que ponemos en lo que hacemos cada día». Eso sí, admite que ver cómo los expertos valoran el proyecto «da motivación extra» y confirma que están en el buen camino.
La pregunta inevitable es cómo se puede ser cadena y seguir siendo artesanal. González lo explica con naturalidad: «Tener 50 puntos de venta nos da una capacidad de negociación mucho mayor con nuestros proveedores, lo que nos permite asegurar ingredientes de máxima calidad y trabajar con ellos de forma estable y a largo plazo».
En A Coruña, Grosso cuenta con dos establecimientos, uno en la plaza de Vigo y otro en Marineda City. «Eso nos permite llegar a públicos con formas de consumo muy diversas, desde quienes vienen a disfrutar de la pizza en el local hasta los que prefieren llevarla a casa o recibirla a través de delivery. Esta diversidad nos ha ayudado a conocer mejor al público coruñés, adaptándonos a sus hábitos y necesidades. Es una ciudad con mucha personalidad y criterio gastronómico», cuenta González.
Respecto a la gran competencia que existe en A Coruña, González Calvo la valora como un motor de crecimiento: «Hay proyectos que también apuestan por la pizza artesanal. Los conocemos y tenemos muy buena relación, hay un respeto mutuo y la sensación de que, cada uno desde su proyecto y aportando su visión, conseguimos que el sector crezca y evolucione». En la fotografía elegida para este restaurante, la protagonista es la pizza Grosso. «Lleva nuestro nombre y simboliza quienes somos». La receta es una versión de la quattro stagioni.
La más demandada

En La Bella Napoli de Pontevedra la carta de pizzas es extensa y cualquiera deja un buen recuerdo, pero hay una que es de premio. La Bonta di Bosco no se puede pedir todo el año, es una especialidad de setas que la convierte en la más demandada del otoño. «Esta pizza nace de la intención de tomarla en temporada, es una forma de darle la importancia que tiene», explica Giuseppe Verniero, propietario de este restaurante italiano. En toda la carta apuesta por un producto de calidad para que el sabor sea marca de la casa. «Para la Bonta di Bosco usamos un mix de setas, con un poco de ajo para potenciar el sabor, con un tomate y una mozarela italiana y una masa de pizza contemporánea», añade el impulsor de La Bella Napoli, que tiene otro local, Sorrento, en el paseo de Silgar (Sanxenxo). Hace dos años este plato se llevó el segundo premio a la mejor pizza de Galicia y fue seleccionado entre las cien mejores de España en Madrid Fusión. Así que la Bonta di Bosco es una de las favoritas del público. Verneiro reconoce que en Galicia es difícil que haya una pizza que esté por encima del resto, mientras en Italia, de donde es natural este hostelero, la margarita sí es la reina. «Las pizzas son algo muy personal, en España se piensa que esa es solo la base, pero en Italia no hay duda, es la más vendida», señala. Eso sí, la calidad de los ingredientes vuelve al primer plano. «Si lo haces con productos corrientes, no vale nada, pero si es una mozarela fresca y una albahaca italiana con tomate de una producción controlada, todo cambia», comenta Giuseppe. En su restaurante modifican la carta cuatro veces al año para ajustarla a cada temporada. De ahí que la Bonta di Bosco sea ahora la reina, pero si es buen año de setas, puede estar en otra época. «Cuando las setas no están, la retiramos de la carta, pero a veces las preparamos en conservas para poder servirla más tiempo con un producto de calidad», concluye Verniero. En su restaurante no se pueden encontrar salsas barbacoa ni pizzas con piña. Eso no tiene nada de Italia. Y él, como buen napolitano, apuesta por una buena masa de pizza y buen producto. Aunque algunas parezcan muy arriesgadas. En esa carta de especialidades también se cuela La Pistachosa, una pizza con crema de pistacho y granola del fruto seco por encima.
La mejor de Galicia

La mejor pizza de Galicia se come en Cangas. La pizzería Il Popolo, decorada como una trattoría de la Toscana, ostenta el título de la mejor pizza de la comunidad. Ganó el campeonato el año pasado. El de este año se celebrará entre finales de octubre y mediados de noviembre a lo largo de 21 días. El establecimiento se abrió hace 22 años de la mano de Manuel Rial, que tiene 48 años y se crio entre fogones en el restaurante de sus abuelos en la playa de Menduíña. Rial estudió hostelería en Santiago y, al acabar, comenzó a trabajar en un restaurante italiano: «Me entusiasmé con la cocina de ese país». Luego hizo un viaje por la Bota para captar la esencia del lugar y trasladarlo a su villa natal. «Me dijeron que abriese en Vigo o en Pontevedra, pero yo soy de pueblo y me gusta trabajar en él». La pizza con la que ganó tiene una base de trufa, mozarela y boletus. Luego, tras sacarla del horno, se le echa por encima burrata y terinaya: «Es una salsa que nos costó tres meses de experimentación y es nuestra versión de la teriyaki». Como dice el refrán, el secreto está en la masa y la de Il Popolo lleva 48 horas de fermentación de la harina con sal, aceite, agua, levadura y un poco de masa madre. El local está en el corazón de Cangas, en la calle Gondomar número 2, cerca del centro de salud, cuyo personal es asiduo. Da trabajo a diez personas. Ahora, cierran los lunes y las noches de los martes, miércoles y jueves. Además de las pizzas cocinan otros platos. «Somos los únicos en O Morrazo que elaboramos pasta fresca».
Doble campeona de España

En la Costa da Morte, no hay lugar a dudas: la mejor pizza se encuentra en La Tavernetta da Ponte, restaurante de A Ponte do Porto, en Camariñas, recomendado por la Guía Michelin. La Viaggio nel tempo (‘Viaje en el tiempo’) resultó doblemente premiada en el campeonato de España de pizzas gourmet. Cada cuarto ofrece un sabor distinto. ¡Son 77 los ingredientes! De altísima calidad, por cierto, la mayoría proceden de Italia, de donde es la dueña, Sabrina Selva, aunque alguno también es gallego, tierra original de la otra parte clave del proyecto, José María Fernández. Por destacar algunos, lleva oro de 22 quilates y trufa de alto valor. Otros son la cecina, las setas, el pistacho... Pero, ojo, porque la clave, dicen los creadores, está en la masa focaccia.
Con un precio de 48 euros la unidad, da para dos personas «que coman ben». Pero esta elaboración tan exclusiva también la ofrecen del mismo modo, de manera que solo se puede consumir los domingos de octubre a junio y bajo reserva previa. Y solo sirven entre cinco y siete al día. Las razones son obvias: requiere de un cuidado trabajo de preparación.
Esta pizza ya es un apartado fijo en la carta de La Tavernetta da Ponte, pues como dicen Selva y Fernández: «Non queremos tocala porque se ganou o campionato de España, para que cambiala?». Las variaciones pueden ser muy pequeñas a causa de la disponibilidad que haya en el mercado. Usan producto fresco, que moldean con mucho mimo y de forma siempre manual, explican. El plato casi alcanza el kilogramo de peso. Así, la masa tiene un mayor grosor. «É de fermentación lenta, 78 horas», sostienen. Con las espectaculares vistas al río Grande do Porto aún sabe incluso mejor.