El restaurante portugués a 50 segundos del suelo

MARCO SORIANO DE TEJADA

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En la punta de la torre Vasco de Gama, la más alta de Portugal, a 120 metros sobre el Parque de las Naciones, se encuentra el restaurante Fifty Seconds, del grupo SANA

03 nov 2025 . Actualizado a las 12:48 h.

Se llama Fifty Seconds, porque ese es el tiempo exacto (50 segundos) que tarda en subir el ascensor panorámico a este restaurante que el chef español con más estrellas Michelin, Martín Berasategui, consiguió colocar también en lo más alto cuando lo abrió. Con Berasategui al frente obtuvo una estrella Michelin, que ahora también conserva gracias al esfuerzo del chef Rui Silvestre, que se hizo con el proyecto cuando Martín le dio el relevo. Rui ya había destacado con anterioridad en el restaurante Bon Bon, donde fue distinguido como el cocinero portugués más joven en hacerse con una estrella Michelin con solo 29 años. Ahora su trabajo en la punta de la torre Vasco de Gama de Lisboa, la más alta de Portugal, a 120 metros del suelo, es el centro de muchas miradas.

COCINA ATLÁNTICA

Como no podía ser de otra manera, las vistas sobre la desembocadura del río Tajo, que se funde con el Atlántico, y el puente Vasco de Gama, que se pierde en el infinito, son elementos inspiradores del chef Rui Silvestre, así como sus trabajos en los fogones de Francia, Suiza y Hungría, países en los que recaló antes de instalarse en Lisboa. Además, las influencias de su abuela, nacida en la India, y de su madre, natural de Mozambique, están presentes en su cocina a través de sabores exóticos, sin perder la autenticidad de las raíces atlánticas, con un menú prácticamente monopolizado por los pescados de la costa portuguesa. El comedor, dispuesto en círculo y coronado por ventanales de suelo a techo, convierte al comensal en testigo y actor. La paleta cromática y el mobiliario minimalista sitúan la gastronomía en primer plano sin competir con las vistas. La atmósfera se completa con una cuidada banda sonora, un servicio coreografiado y una luz cálida que hace del tiempo un aliado. Cada plato que se sirve en la mesa es un espectáculo para los ojos, suave pero a su vez con sabores intensos, sobre todo, con la armonía que aporta con sabiduría el sumiller Marc Pinto, el mejor en su categoría de todo Portugal según la guía Michelin en su última edición.

Marc siempre tiene la fórmula para relajar al comensal con estas vistas de vértigo, especialmente en los atardeceres, donde Lisboa aparece como una ciudad que comienza a iluminarse, para fundirse con las estrellas. Mientras, las aventuras atlánticas de Rui Silvestre se suceden como una sinfonía convertida en bocados muy cerca del cielo, acariciando las estrellas, que espera que pronto sean dos.