No me reconozco

Fernanda Tabarés DIRECTORA DE VOZ AUDIOVISUAL

YES

MABEL R. G.

22 nov 2025 . Actualizado a las 09:43 h.

En la era predigital, cualquier muestra de nuestra identidad registrada por la tecnología provocaba un respingo en la manera en la que una se concebía. Por ejemplo, si escuchabas tu propia voz en una grabación, el sonido que vibraba te era tan ajeno como si correspondiera a otra garganta. Ni el acento, ni el tono, ni las expresiones parecían coincidir con aquellas con las que te identificabas lo que confirmaba algo terrible: si ese divorcio acontecía con la voz, lo más probable es que quien tú creías ser era un ser diferente para los otros.

Parece que esta quiebra ha quedado resuelta con la invasión de los audios, ese sistema de comunicación vigente en función del cual las conversaciones son una sucesión de grabaciones que transcurren de manera alternativa, o no, siempre con un diferido de segundos y nunca en directo y que es la forma en la que ahora el mundo se habla, wasap mediante.

Así que el no me reconozco de los boomers ha quedado superado por una hiperinflación sonora que podría aplicarse también a la imagen. La media de retratos a los que se somete una persona en su vida ha aumentado de cero a Zara desde la época en la que fotografiarse era un acontecimiento sometido a la química y la oportunidad hasta esta abundancia hipertrofiada en la que las fotos no se tiran para ser vistas, sino para hacerse. Todos poseemos millones de estampas digitales bajo nuestro control (o no) que nunca veremos, ni nosotros ni nadie, y todos ofrecemos variantes infinitas de nosotras en función de los filtros que aplicamos. Un pollo, vamos.

Así que el no me reconozco del siglo XX es ahora un hiperconozco del XXI, con una exploración masiva de nuestras identidades coherente con una realidad más cuántica que mecánica.

Por eso resulta tan extravagante como excusa que se apele al no me reconozco cuando la autoridad te pilla en las patatas y en el arsenal de pruebas el juez te presenta una grabación de tu voz registrada sin que tú lo supieses.