Simon Kuper, alumno en la prestigiosa universidad casi al mismo tiempo que Boris Johnson, retrata las redes de conexión que van desde el colegio privado de élite hasta las altas esferas gubernamentales y empresariales de la derecha británica
En Buckingham ya había cierto recelo a la labor del expremier desde que en el 2019 suspendiese la actividad del Parlamento, en una decisión que técnicamente fue refrendada por la propia reina y que el Tribunal Supremo terminó declarando ilegal