El exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo exigía a los empresarios un primer pago de 5.000 euros a cambio de favores. Las citas «serias» con los extorsionados se producían en el Congreso y en la sede de la Guardia Civil, y acababan en «grandes fiestas» en clubes de alterne y hoteles, en las que no faltaban alcohol, cocaína, prostitutas y viagra
Nacho de la Fuente