Recién llegado a la alcaldía de Ribadeo, lidió con los intentos del Gobierno de ignorar a quien la tradición popular atribuye la obra, el expresidente Leopoldo Calvo-Sotelo
Lo hacía el recientemente fallecido Xerardo Fernández Albor, entonces presidente de la Xunta, quien coincidió con el director general de la compañía en calificar la fecha como "histórica"