En el lugar de A Lavandeira, en Louro (Muros), se han instalado unos habitantes muy particulares: dos jóvenes zorros que acuden a las casas tanto de noche como también de día en busca de comida. A pesar de ser animales salvajes, son tan mansos que comen de la mano de los vecinos. Les gusta de todo, incluso las galletas de chocolate. En varias ocasiones han compartido churrascada con Manuel Lago y su familia.
Manuel Candamo