Con quejas, aspavientos y un nivel dudoso, Novak Djokovic deshizo el entuerto en el que se metió contra el invitado local Jacob Fearnley, al que terminó aplaudiendo, para meterse en la tercera ronda de Wimbledon (6-3, 6-4, 5-7 y 7-5)
«Salvo milagro, pueden poner las iniciales de Djokovic en el trofeo», pronosticó Laver, cuyo guante recogió el español al ganar y citarse en cuartos con Zverev
El actual Abierto de Australia es el peor de este siglo para los intereses nacionales, que ya vivieron en el último Roland Garros el resultado más deficiente en tres décadas
«Los primeros sets han sido uno de los mejores que he jugado en mucho tiempo. De verdad que quería perder ese juego en el tercer set porque notaba mucha tensión en el estadio y así podía concentrarme de nuevo», dijo el serbio tras ganar