El director general de la conservera más antigua de España admite que la tragedia que a punto estuvo de finiquitar la empresa fue una oportunidad para reorientar su negocio y apostar por la innovación y la sostenibilidad
La merma se produce en plena crisis de disponibilidad de materia prima en la ría, y la comarca cede la cota de los 3.000 trabajadores en un tejido empresarial nutrido en su mayoría de pequeñas firmas