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La nueva movilidad

A Elon Musk le sale competencia en los coches autónomos: ha llegado Austin Russell

Es el multimillonario hecho a sí mismo más joven del mundo. Y lo ha logrado con una tecnología que, dice, hará los coches sin conductor seguros al cien por cien. No le faltan enemigos…

Por L. G. / Diana Rothery / Luminar

Miércoles, 01 de Febrero 2023, 11:35h

Tiempo de lectura: 3 min

A los 2 años memorizó la tabla periódica; a los 10 años encontró trabajo como asesor informático; a los 11, como sus padres se negaban a comprarle un móvil, reconfiguró su consola Nintendo DS para que funcionara como un teléfono; a los 13 registró su primera patente, un sistema para reciclar el agua de los aspersores de riego. Poco después inventó un teclado holográfico y creó un láser capaz de detectar si un lunar en la piel era cancerígeno. A los 17 comenzó a estudiar Física en la Universidad de Stanford, pero lo dejó para fundar su propia start-up, Luminar. Con ella está desarrollando una tecnología de sensores láser para vehículos autónomos que aseguren su seguridad al cien por cien. ¿Exceso de optimismo? En diciembre de 2020, Luminar salió a Bolsa. Al día siguiente, el paquete accionarial de Austin Russell estaba valorado en 2.400 millones de dólares. Tiene 25 años.

La sede de Luminar está en Palo Alto (California), pero su centro de investigación se encuentra en Orlando, en la llamada ‘costa espacial’ de Florida, volcada en la ingeniería por su proximidad con el centro Kennedy de la NASA.

Ahí trabajan gran parte de los 400 empleados de Luminar. La industria del automóvil ha dado la bienvenida a la tecnología de Russell, llamada ‘lidar’, pero no todos están de acuerdo. Su mayor crítico es Elon Musk, el consejero delegado de Tesla, quien dice que esa tecnología es «un ejercicio inútil».

Elon Musk es su mayor crítico, pero también su gran competidor en la carretera

Musk cree que hay medios más baratos y efectivos para conseguir que un vehículo autónomo reconozca el entorno, lo que él llama ‘visión artificial’, basada sobre todo en videocámaras digitales. Russell cree que Musk se equivoca. Los coches con visión artificial absolutamente seguros ni existen ni existirán, dice. Con esas cámaras y sensores, siempre serán de «conducción asistida», que obliga al conductor a estar atento para asumir el mando en cualquier momento. Para asegurar esa total seguridad, se necesita una tecnología láser.

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Russell, respondiendo al tópico, empezó en el garaje de sus padres, que se dedican al sector inmobiliario. A los 25 años vive solo y no tiene pareja. «Más adelante ya se verá. Pero, ahora mismo, mi prioridad es mi empresa. Hay semanas que trabajo 120 horas», cuenta. Tampoco está en ninguna red social; le harían «perder tiempo», dice.

«Hoy estamos trabajando con 50 fabricantes de coches. Y prácticamente todos están en desacuerdo con Musk», afirma Russell.

Está previsto que ciertos modelos de coches empiecen a llevar sensores Luminar incorporados de serie a partir del año que viene. Russell espera que su tecnología se convierta en estándar en la mayoría de los vehículos de gama alta hacia 2025, cuando él calcula que empezará a permitirse la conducción autónoma en ciertos tramos de autopista. Está convencido de que ese es el futuro.

Curiosamente, cuando necesita relajarse o aclarar sus ideas, la terapia de Russell es conducir por las carreteras de California.

Así funciona el reconocimiento láser

La diferencia primordial entre Russell y otros emprendedores tecnológicos es que no solo produce software. Luminar fabrica cosas: sus sensores usan una tecnología llamada ‘lidar’, contracción de light detection and ranging: ‘detección y medición de distancias a través de la luz’. Estos sensores emiten unas pulsaciones luminosas, invisibles para el ojo humano, y miden la duración del rebote de la luz tras chocar contra un objeto. Los datos son procesados hasta crear una especie de mapa tridimensional que muestra al coche los cambios que se producen alrededor de forma simultánea al avance del vehículo. Y lo hace con mucha mayor precisión que nuestros ojos y nuestro cerebro.

El problema fundamental de la tecnología lidar es que, hasta la llegada de Russell, era muy cara. Un solo sensor podía costar 50.000 euros y eran muy grandes y aparatosos. Russell ha logrado desarrollar unos sensores casi invisibles y por 1000 euros la unidad. Luminar acaba de llegar a un acuerdo con Volvo para suministrarle unidades lidar y en 2022 empezará a hacerlo con Daimler, el fabricante de camiones. Russell está decidido a transformar la industria automovilística global y no le falta ambición: no tiene reparo en afirmar que quiere que la tecnología creada por Luminar sea la equipación estándar en todos los vehículos del planeta.