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El último desafío viral: rawdogging o volar

¿Heroicidad o idiodez?

El último desafío viral: rawdogging o volar 'a pelo', la meditación para 'supermachos'

Escena de 'El club de la lucha', la película de referencia para los practicantes del 'rawdogging'.

La nueva moda viral para hombres se llama rawdogging y consiste en afrontar un vuelo, por muy largo que sea, sin mirar el móvil, sin leer y sin ver pelis. Tampoco vale dormir. Los más machos ni siquiera comen, beben ni van al baño…

Miércoles, 25 de Septiembre 2024, 13:31h

Tiempo de lectura: 3 min

Ponerse en modo avión. Ese es el reto. Lo único que se pueden permitir estos espartanos del siglo XXI es mirar el mapa de vuelo. Así durante todas las horas que estén en el aire. Sus partidarios consideran que es un método de desintoxicación digital, algo así como una nueva forma de meditación. Al eliminar las distracciones, están practicando la atención plena mientras viajan. La renuncia como la puerta al camino espiritual, que dirían los budistas. Al nirvana… Y luego lo suben a TikTok. Algo no cuadra.

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Erling Haaland, la versión vikinga. El jugador del Manchester City disparó el interés por esta práctica al contar que se había unido al desafío.

Porque más que un complejo estado del ser en el que la mente se libera del sufrimiento, tirarse horas sin ir al baño lo que te puede ocasionar es una futura visita al urólogo. Y esa no parece la mejor forma de alcanzar la paz mental. Pero, aun así, este verano hemos asistido a un aluvión de vídeos en redes sociales con imágenes de hombres mirando fijamente el respaldo del asiento delantero del avión.

La expresión 'rawdogging' se refería al sexo sin preservativo, pero ahora se usa para situaciones de todo pelaje: Si no bebes café, estás haciendo 'rawdogging' de cafeína. Si no tomas azúcar, ídem

Y el remate para llevar el término a las conversaciones fuera de redes lo dio Erling Haaland, el futbolista del Manchester City, cuando publicó su foto en el avión afirmado haber superado un vuelo de siete horas «sin teléfono, sin dormir, sin agua, sin comida, solo con un mapa». Fue «fácil», añadió el joven noruego, mientras sus antepasados vikingos debían estar removiéndose en su tumba.

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Y yo más... En plataformas como TikTok abundan los testimonios de hombres que elogian los 'beneficios' del rawdogging. Aunque para la mayoría es solo un reto, sin más.

Explican en The Guardian que, el año pasado por estas fechas, el término rawdogging (originalmente, una alusión al sexo sin preservativo) no era el tipo de palabra que se escuchaba en una conversación educada o que se encontraba en las páginas de los medios de comunicación más serios. Sin embargo, ahora está en todas partes y lo usa, en gran medida, la generación Z para situaciones de todo pelaje. Si no bebes café, estás haciendo rawdogging de cafeína. Si no tomas azúcar, ídem. Y así hasta llegar a la esquizofrenia de utilizarlo en vuelos de más de diez horas.

Algunos expertos médicos han advertido ya sobre los riesgos para la salud que supone esto de estar tantas horas sin beber o sin ir al baño

¿Heroicidad o idiotez? La frontera, a veces, es difusa. Algunos expertos médicos han advertido ya en varios medios sobre los riesgos para la salud que supone esto de estar tantas horas sin beber o sin ir al baño. «Son idiotas», afirma para la BBC la doctora Gill Jenkins, médica de cabecera que también trabaja como acompañante médica en servicios de atención en vuelos. «Una desintoxicación digital puede ser beneficiosa, pero todo lo demás va en contra de los consejos médicos», afirma. «Existe un riesgo de deshidratación. Y, si no te mueves, también corres el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda, que se agrava con la deshidratación. No ir al baño es una tontería. Si necesitas ir al baño, necesitas ir al baño».

Y otra pregunta que nos hacemos todos: ¿por qué se ha convertido en una tendencia solo de hombres? Tras analizar el fenómeno, la periodista australiana Tarla Lambert, enciende el debate entre sexos en Women's Agenda: «Las mujeres tenemos 4009 cosas metidas en la cabeza, compitiendo entre sí por llamar la atención. Esto incluye desde estar al tanto de las citas con el médico de familia, las facturas de la electricidad, las recargas de la compra, el mantenimiento del coche, hasta la gran presentación que tenemos en el trabajo. ¿Quince horas sin hacer nada en este campo minado mental...? No, gracias». Y añade: «Los hombres ya no se gradúan de la universidad en mayor proporción que las mujeres. Están perdiendo impulso en el deporte y posiciones de liderazgo. ¿Será que simplemente están perdiendo cosas de las que presumir?». O será, simplemente, sentido del humor.