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Desayuno de domingo con... David Trueba: «Eugenio era una persona oscura que hacía un oficio luminoso»

Madrid, 1969. Soy escritor y director de cine. El 1 de noviembre estreno 'Saben aquell', una película sobre los inicios del humorista Eugenio y los accidentes que lo llevaron a ser quien fue.

Viernes, 27 de Octubre 2023, 11:20h

Tiempo de lectura: 3 min

XLSemanal. ¿Conoció a Eugenio?

David Trueba. No. Yo debía de tener 12 años cuando Eugenio tenía éxito.

XL. Al ver la película, sorprenden su timidez, romanticismo y vida familiar.

D.T. Yo sabía ya algunas cosas de él. Había visto un documental sobre su vida y había leído algunos libros. Otras cosas más personales las fui descubriendo al investigar más profundamente.

«El estado de ánimo en Cataluña no tiene nada que ver con el de hace seis años. Los políticos que hicieron el enredo tienen que encontrar hoy la solución a sus enredos, unos y otros»

XL. Yo sí lo conocí y ahora usted hace que nos sintamos mal por reírnos de sus silencios sin saber el drama que escondían.

D.T. [Ríe] Eso es normal, tú estabas en el otro lado del escenario. Mi intención es contar y entender los conflictos de las personas bajo la superficie.

XL. Eugenio era triste, tímido, oscuro, incapaz de subir a un escenario sin el empuje de su mujer, Conchita Alcaide, que cantaba y lo animó a crear un dúo con ella.

D.T. Sí, el talento no siempre está premiado con el éxito. No hay un reparto justo. Él acabó teniendo más brillo que ella, que terminó oscurecida y anónima. Eugenio era una persona oscura que hacía un oficio luminoso.

XL. La película termina cuando muere su mujer. ¿Ha querido evitar lo que siguió, lo más sórdido de su biografía [alcohol, cocaína, depresión]?

D.T. Soy muy reacio a los finales. Contar la vida completa de una persona está reñido con la narrativa, y lo interesante es buscar el fragmento esencial que la define. Para mí, ese momento fue el día que Eugenio actuó tras morir su mujer, cuando, al inicio del espectáculo, le dice al público: «Los veo muy tristes esta noche». Eso me hizo concretar la película en unos años determinados.

XL. Hablando de momentos, de nuevo el procés sobre la mesa de negociación.

D.T. El estado de ánimo en Cataluña no tiene nada que ver con el de hace seis años. Los políticos que hicieron el enredo tienen que encontrar hoy la solución a sus enredos, unos y otros. Las circunstancias son muy distintas.

XL. ¿Cree que Puigdemont tiene capacidad para manejar las riendas?

D.T. Creo que maneja bastante menos de lo que parece. Lo que veo es que todos tienen una posición desesperada. Para manejar las riendas, hay que ser dueño del caballo y que el caballo te obedezca, ¿no? Pues en este caso los políticos, unos y otros, están encima del caballo, que es el país, y lo que no quiere ninguno es caerse. Y, por el bien de los jinetes, mejor que no se les desboque [ríe]. Y con esta situación vamos a tener que convivir toda la vida. Nos falta pedagogía para entender el país y el contexto en el que vivimos. No veo posible que aquí se rompa nada.


«Un vaso de agua en ayunas, siempre. Luego, zumo de naranja, yogur natural con muesli y algo de fruta. Hoy, fresas. A veces, si no, tostada con aceite y tomate».