
La organización coronó su 40.ª edición con un récord de público para un cartel solo femenino
12 ago 2025 . Actualizado a las 12:33 h.Alas siete de la mañana de ayer, los organizadores de la 40.ª Festa da Carballeira de Zas abandonaban un recinto en el que llevaban desde la tarde del viernes. Los contenedores estaban a tope y las mesas tenían basura, pero en el suelo apenas unos pocos desperdicios, y el río, limpio. «Estamos orgullosos do público que temos», dijo Fidel Otero, director del festival y miembro de la asociación Castro Meda. No parecía que cerca de siete mil personas habían pasado por el paraje, mil más que el año pasado, en un récord de ventas que superó las previsiones.
En el apartado musical hubo sororidad a raudales. Caamaño & Ameixeiras abrieron el programa nocturno del sábado y dejaron en el público los primeros momentos de honda emoción. Por sus propias piezas, pero también por la suma de talento sobre el escenario, en voces como la de la malpicana Icía Varela o las Pandeireteiras de la asociación cultural Adro (Baio). Dijo Antía Ameixeiras que, sin esta entidad, nada de lo que ella vive ahora podría haberle llegado. Tanto Antía como Sabela Caamaño se quedaron en el escenario para tocar con Mercedes Peón, a la que Sés, la siguiente en el programa nocturno, se refirió «como a muller pola que eu estou aquí». Con la de Oza-Cesuras estuvieron también pandeireteiras de la asociación malpicana Raigañas, las Xirifeiras de Fene, Galíricas, Mónica Nut, Ana Fernández y Lara Iturralde, para interpretar todas Ingrávida. Dieciséis mujeres sobre el escenario que se encontraron con un público «enganchadísimo». Hubo más colaboraciones, como la del bajista vallisoletano Dani Vallejo con Caamaño & Ameixeiras, que bajaron para tocar entre el público. Y todo ello presentado por la regueifeira Lupe Blanco, que fue engarzando las actuaciones.
Desde la mañana se fue conformando lo que se ha convertido en una romería tradicional, pero de estilo laico. Las familias se fueron reuniendo para comer y pasar el día. «Moita manta no chan, moita foliada e música», describió Fidel Otero.
Churrasco y paella por kilos, que prácticamente se agotaron, al igual que el hielo y las bebidas. La organización ha consolidado la sesión diurna, en la que se encuentran amigos y parientes, y que va evolucionando hasta una madrugada que cerró Señora DJ.
Jornada
Para amenizar la jornada estuvieron Uxía Lambona e a Banda Molona, A Banda da Loba, que se ocupó de la sesión vermú, y Carmela, además de la siempre animada foliada. Todo ello es lo que se conoce como Carballeira de Velar.
Sin embargo, fue Mercedes Peón el epicentro de la segunda jornada, como lo fueron las Tanxugueiras en la primera. «Escollo ser muller e pandeireteira», dijo, en un año en que la música popular ha sido reconocida por la Academia. Puso todo su saber, experiencia y pasión en el escenario, emocionó con el vals que cuenta que «ninguén morreu de amor» y se presentó como «compositora da autoestima cultural». Lo demostró y fue llevando al festival hasta una muy reivindicativa Sés, que intercaló su música con sus mensajes.
El tiempo también acompañó. A la sombra de los carballos, la jornada del sábado permitió que los niños jugaran junto al río y protegerse del calor.
Los organizadores destacaron especialmente el civismo de los asistentes y los distintos ambientes que se fueron formando a lo largo de las dos jornadas, desde el momento del acceso, que se abrió a las 21.00 horas del viernes, hasta el cierre, ya en la madrugada de ayer.