Llovieron millones, coches y pisos

A MARIÑA

Siete años después de repartir el tercer premio de gordo, La Barrica vende un número entero cada año
Siete años después de repartir el tercer premio de gordo, La Barrica vende un número entero cada año MIGUEL

Los premios repartidos desde Vegadeo y Trabada, en el 2001, y O Castelo, en Cervo, en el 2002, no enriquecieron a casi nadie pero alegraron a cientos de familias

20 dic 2023 . Actualizado a las 19:14 h.

La lotería de Navidad miró al Occidente de Asturias y a A Mariña en 2001 y en 2002. Llovieron millones y con ellos coches, pisos y mucha alegría. Desde hace tres años Vicente Rico es el gerente de la sidrería La Barrica, que en 2001 dirigía su hermana Eva. Fue la Navidad de los millones en Vegadeo. En este establecimiento repartieron 13,2 millones de euros del número 5.967, tercer premio del sorteo del gordo de aquel año y el más madrugador. El número afortunado provenía de la administración de lotería número uno de la localidad astur y la mayoría de los décimos se habían vendido en la sidrería La Barrica y en la panadería Pan de Sante, en el municipio lucense de Trabada (donde distribuyeron unos 7,8 millones de euros).

Con 21 años y el piso pagado

La repercusión fue tremenda. «Durante los tres primeros años se notaba mucho. Incluso ahora, que hemos vendido el número entero, el 61.404, cada año cogemos uno distinto. Llama gente de fuera, gente a la que le tocó en el 2001», cuenta Vicente Rico. «Estuve una semana que no daba crédito -confiesa-, es que no te lo crees». Él se había quedado con un décimo. «Lo metí en un piso, bien invertido, y con 21 añitos me vi con el piso pagado». En lo esencial casi nada ha cambiado, su madre sigue preparando la tabla de la abuela, la parrilla de carne y otras suculentas recetas, en la cocina de la sidrería La Barrica.

Los meses siguientes «se veían coches nuevos a patadas por Vegadeo», recuerda Rico. La mayoría de los afortunados destinaron el dinero a cambiar de automóvil o adquirir una vivienda. Lo mismo ocurrió en Cervo y otros municipios mariñanos, donde el restaurante O Castelo llevó la suerte, en el sorteo del gordo del 2002. De nuevo un tercer premio en la zona. Y otra vez la lluvia de millones. Alejandro Maseda Meitín, el hijo mayor de Antonio Maseda, propietario del restaurante O Castelo, había pedido a la administración coruñesa La Favorita 35 series del número 31.203, que se tradujeron en 16,8 millones de euros.

Más de 300 familias mariñanas poseían papeletas premiadas. «Es para recordar porque normalmente es una vez en la vida, al que le toca, porque quedan muchos millones de personas que han jugado mucho y que jamás les tocará la lotería», constata Antonio Maseda. Las consecuencias todavía se dejan sentir. «Desde el 2002, todos los años vendemos dos números enteros, cada Navidad. Nos llegan clientes de todos lados, de Oviedo hay unos que vienen todos los años porque les tocó y ya son amigos de la casa. Habían pasado por aquí en el puente de la Constitución y se habían llevado unas papeletas», cuenta el propietario de O Castelo, local al que acuden en busca de más fortuna. Maseda y su familia han seguido trabajando. Su pellizquito lo inviertieron en otro tipo de negocios, relacionados con el mueble. «En aquel momento hay que ser frío. Viene mucha gente a hablar contigo, banqueros, prensa, televisión... Hay una presión continua y tienes que seguir haciendo la vida lo más normal posible al día siguiente y al otro. Si tienes dinero y no lo inviertes, tienes dinero; y si lo inviertes, tienes patrimonio. Siendo una persona emprendedora, prefieres tener una empresa, así todos los días tienes dinero... Ahora te cae una crisis como esta y tienes que afrontarla. La vida es así, una de cal y otra de arena. Pero el caso es tener salud para poder tirar adelante», concluye.