Fue declarado prófugo por el Concello de Ribadeo en 1896
09 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Paraguay fue un destino minoritario en la emigración gallega. Unos mil gallegos, la mayoría comerciantes, se radicaron allí entre 1850 y 1960 y participaron en varias sociedades civiles. Eso les permitió integrarse y hacerse ver. Y, aún siendo pocos, su influencia en la historia del Paraguay fue alta, muy superior a su pequeño tamaño como colectividad. Un ejemplo de ello fue el ribadense Antonio Casariego y Cobián, director del Banco de España y Paraguay y accionista de la Cía. Paraguaya de Frigoríficos y Carnes Conservadas (CPFCC) tan relevante en la Primera Guerra Mundial.
Casariego _declarado prófugo por el Concello de Ribadeo en 1896_ llegó al Paraguay a comienzos del siglo XX. Junto a su hermano José tuvo la Casa de Comercio Mercurio en la calle Palma 68 de Asunción. Años antes, en 1895, había llegado el tudense Camilo Pérez y Pérez y creado con el ortigueirés Antonio Sanjurjo Balteiro una empresa de importación y exportación, Pérez&Sanjurjo, que llegó a ser de las más poderosas del país. Pérez fue acumulando cargos como vicecónsul de España, presidente de Socorros Mutuos, directivo de La Paraguaya S.A. de seguros y de la Cámara de Comercio de Paraguay y, entre otros, corresponsal de la Revista Iberoamericana y delegado de la Casa de América, dos entidades americanistas barcelonesas.
La carne y la Gran Guerra
Todo ello hizo del negociante de Tui el centro de una amplia red de comerciantes gallegos entre los que figuraba Antonio Casariego. Y esa posición le facilitó contactos y oportunidades que lo convirtieron en agente clave en el fomento e intercambio comercial entre España y Paraguay. Con ese fin, en 1916, Camilo Pérez fundó el Banco de España y Paraguay con un capital de 20 millones de pesos.
Su directorio lo formaban él, como presidente, Juan Gastón (vicepresidente), Miguel Rueda (secretario) y, entre otros, Marcos Riera, Juan Crosa, Benigno Casaccia, Jorge Ugarte y el terrateniente coruñés, Francisco Alló García. Para el cargo de director-gerente nombraron al ribadense Antonio Casariego y Cobián. Con una coyuntura económica favorable, el nuevo banco progresó muy rápido y, en agosto de 1918, inauguró, con la presencia de varios ministros, una nueva y relevante sede.
La buena coyuntura derivaba de la elevada demanda de productos paraguayos para la exportación durante la Primera Guerra Mundial y de la reducción de importaciones que favorecía la manufactura nacional. La carne era el producto más demandado en el exterior y por eso, durante la Gran Guerra, se creó la Compañía Paraguaya de Frigoríficos y Carnes Conservadas (CPFCC) con accionistas locales y miembros del Banco de España y Paraguay. Entre ellos, figuraban el aragonés Juan Gastón, el catalán Miguel Rueda y los gallegos Camilo Pérez y el ribadense Antonio Casariego.
En la Sociedad de Socorros Mutuos y en la Liga Civil Extranjera
La tesis doctoral O Paraguai como destino atípico da inmigración española: o caso dos galegos (1850-1960), escrita por Philip Duncan y dirigida por la profesora de la USC Pilar Cagiao, y trabajos de la profesora Gabriela Dalla-Corte Caballero de la Universitat de Barcelona, estudiaron exhaustivamente la presencia de los gallegos en Paraguay. Ambos ensayos constatan que Antonio Casariego fue también directivo de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, de 1912 a 1920, de un modo rotatorio, bajo la presidencia de Camilo Pérez y junto a otros compatriotas como Enrique Prous, Antonio Sanjurjo y Doroteo Sandoval, entre otros.
La Sociedad de Socorros Mutuos tenía 600 socios y la finalidad de ayudarles en caso de enfermedad o muerte, celebrar fechas o acontecimientos de la historia de España y estrechar la unión y la fraternidad entre los españoles en Paraguay. Los nombres de los directivos se repetían y conformaban la élite española en el país articulada en torno a Camilo Pérez y su red de influencias. Casi toda ella estaba vinculada a las casas de comercio en manos de gallegos _las de Pérez&Sanjurjo, Esmeriz&Cía, Ferreiro&Brisco o Balteiro&Echeguren_ o a figuras de la colectividad como Vicente I. Acea, presidente de la logia masónica Unión Paraguaya; Benigno Teijeiro, autor del primer drama histórico de la literatura paraguaya; o el muxián Victoriano Abente y Lago, una figura muy relevante en las letras nacionales.
Antonio Casariego permaneció en Paraguay hasta 1925, fecha en la que regresó a Galicia, una situación que no fue frecuente en la emigración de gallegos al Paraguay. Su hermano José, por ejemplo, nunca volvió y se asentó definitivamente en el país. Un hijo de este, José Antonio Casariego, luchó y alcanzó el grado de teniente primero de Artillería de la Legión Civil Extranjera en la Guerra del Chaco que, entre 1932 y 1935, enfrentó a Bolivia y Paraguay y causó miles de muertos y desaparecidos. El conflicto movilizó a 120.000 paraguayos y a descendientes de inmigrantes gallegos, casi todos oficiales del ejército.
Marchó prófugo y volvió para la oficina de pasajes a América de Ribadeo de la Hamburg América Line
Antonio Casariego y Cobián había sido declarado prófugo por el Concello de Ribadeo en 1896 según recoge El Regional. Diario de Lugo el 22 de julio de ese año. En 1903 llegó a Paraguay, tal vez con su hermano José, después de haber vivido un tiempo en Buenos Aires. Y en 1925 ya estaba en Ribadeo de regreso «triunfal» _como dice Philip Duncan en su tesis_ pues había escapado como fugitivo y volvía como una «autoridad» en temas americanos, capacitado para asesorar a sus vecinos en asuntos relativos a la emigración. Ese año se había aprobado, mediante Real Orden, la creación de una Oficina de Información en la villa para despachar pasajes a América y «a instancias del agente general de las Compañías Hamburguesas y Hamburg-América-Line, le ha sido otorgada a nuestro convecino Antonio Casariego Cobián», según informaba El Ideal Gallego, de A Coruña, el 7 de noviembre de 1925.
Sólo funcionó dos años
La citada oficina sólo funcionó dos años en Ribadeo. Un anuncio publicado en el número 42 de la Gaceta de Madrid, de 11 de febrero de 1927, señalaba que, a instancias del agente Enrique Fraga, se había instruido expediente de devolución de la fianza constituida para garantizar la gestión de Casariego Cobián como Agente encargado de «una oficina de información y despacho de pasajes para emigrantes», establecida en Ribadeo y «dependiente de la Compañía representada por Enrique Fraga», que dejaba de funcionar. La Dirección General de Emigración (a través del anuncio que firmaba su director, Manuel Andújar) concedió un plazo de 2 meses para reclamar contra la devolución de la fianza a quienes se creyeran en derecho...