«Soy un hombre creativo»: el marqués de Sargadelos que da el tiempo en Aruser@s
A MARIÑA
El perfil de Manuel José Pérez Fernández, el ribadense que tira de buen humor para votar en todas las elecciones
30 may 2023 . Actualizado a las 14:13 h.«Soy un hombre creativo». Así se define Manuel José Pérez Fernández, ribadense de 51 años que no falla en su cita en las urnas en Ribadeo, votando caracterizado como el Marqués de Sargadelos. «El consistorio fue su casa y es normal que se preocupe de quién va a ocuparla», dice con buen humor, y añade: «Tras 16 años va a haber cambio, y el marqués lo ve bien».
Manuel José Pérez vivió hasta los 14 años en Barres (Castropol), cuando se trasladó con su familia a Ribadeo: «Y de aquí ya no me mueven». De muy joven comenzó a trabajar en el mundo de la hostelería. Con 16 años lo hizo como pinchadiscos, en uno de los entonces locales de moda de la movida ribadense, el Deymos. Más tarde, con otros socios amigos, llegó a tener simultáneamente dos pubs, un after y una cafetería. Ahora está prejubilado, por una lesión en un hombro, pero no para y se embarca en proyectos en las redes sociales. En Facebook y tictok se mueve como pez en el agua. Fruto de uno de los vídeos virales que mandó fue «fichado» por Alfonso Arús para su programa Aruser@s, en La Sexta. De cuando en vez, contactan con él para que informe del tiempo que hace o cuente cosas. Ahora gestiona una página web y un perfil en Facebook, «Vouche contar», con la agenda de actividades de Ribadeo.
El traje del marqués de Sargadelos se lo vistió cuando se lo dejó la charanga A Choca. Desde entonces, camino ya de las dos décadas, no falla en todas las elecciones: «Lo gracioso es ver la cara del presidente o presidenta y de los vocales, porque los interventores ya me conocen».
¿Hasta cuándo? «Hasta que aguante. Acabo de estrenar un traje nuevo y tengo que amortizarlo. La idea es pasarlo bien, divertirme. Y que la gente también disfrute. El buen humor no debe faltar, porque es una muy buena válvula de escape. Yo me lo tomo así, pero el caso es que ya son tantas las veces que se está convirtiendo en una tradición. Este año, cuando entré en el colegio electoral los apoderados me dijeron: ¡Hombre, cuánto tardabas ya! Pero lo que moló fue verle la cara de sorpresa a la presidenta y a los vocales», concluyó.