El hallazgo del pecio hundido en aguas de Castropol y el estudio de los cañones abren nuevas teorías

Ramón González Rey CASTROPOL/ LA VOZ

A MARIÑA

ANTÓN LÓPEZ / FEDAS

Las armas, que se creían tiradas por la borda, podrían ser más antiguas de lo previsto y tener relación con la estructura naval

15 abr 2024 . Actualizado a las 19:39 h.

El estudio preliminar de los cañones de la ensenada de Arnao, en Castropol, y la aparición, en el último día de prospección subacuática, de un pecio, abren nuevas hipótesis. Si los arqueólogos pensaban inicialmente que los elementos de artillería fueron abandonados en el mar, a raíz de la investigación gana fuerza la teoría de una posible vinculación -o de la existencia de un único yacimiento- entre la estructura del barco y las armas de guerra halladas bajo el agua.

El principal objeto de estudio de la investigación, patrocinada por el Principado de Asturias e impulsada por la Federación Española de Actividades Subacuáticas (Fedas), eran los cañones, y la prospección demostró que hay trece elementos de artillería en el estuario, no 19, como se consideraba popularmente. «Son de dos tipologías, de acuerdo con su formología, y hay uno en concreto que mide 3,55 metros, lo que da una idea de su contundencia», resalta el arqueólogo Antón López, de la Fedas.

Por ahora, señala el arqueólogo, es difícil hablar de cronologías respecto a las armas de artillería, aunque «en un primer estudio, por su tipología, los cañones nos parecieron más antiguos de lo que creíamos en un principio».

Además, el equipo de investigación realizó un registro de área con elementos geomagnéticos, del cual resultaron diversos materiales -munición de hierro, de piedra y herrajes en un buen estado de conservación- «que son difíciles de perder por la borda». Al encontrar restos que no se correspondían con un supuesto abandono, los arqueólogos trazaron «una ruta» de rastreo «que acabó dando con el pecio».

«Fuera de la arena, encontramos unos diez metros cuadrados de estructura»

Respecto al pecio, su tamaño es considerable. «Fuera de la arena, encontramos unos diez metros cuadrados de estructura», señala López, «cuyos detalles de arquitectura naval nos hacen replantearnos la cronología del yacimiento, al igual que los cañones».

El estado de conservación del pecio es positivo, señala López. Hay alguna parte que está algo tocada, pero otra está como recién salida de la arena», razona.

La Fedas propondrá al principado una nueva campaña arqueológica en Castropol en 2024. «Una vez lo hemos encontrado, hay que documentarlo y estudiarlo», argumenta el arqueólogo, que espera tener en unos meses una posible cronología tanto para la estructura del barco como para los cañones.

«Es una estructura con muchísimos elementos, que ofrece mucha información», celebra el especialista.