El obispo se moja: «Hace falta industria; si hipotecamos todo al turismo, A Mariña no tiene futuro»

Lucía Rey
lucía rey A MARIÑA / LA VOZ

A MARIÑA

El obispo cree que A Mariña puede frenar la despoblación con inversiones en industria e infraestructuras
El obispo cree que A Mariña puede frenar la despoblación con inversiones en industria e infraestructuras LUCÍA REY

García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol, aborda la realidad de A Mariña lucense

26 ene 2024 . Actualizado a las 20:31 h.

En los más de dos años que lleva como obispo de la diócesis Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos (Burgos, 1968) se ha interesado en conocer a fondo la realidad social de A Mariña, una comarca que vive momentos muy convulsos debido al posible cierre de la fábrica de Alcoa, en San Cibrao. Este miércoles a primera hora, en un desayuno informativo con periodistas organizado en la Residencia Betania, de Viveiro, con motivo de la celebración de San Francisco de Sales, patrono de este oficio, el religioso quiso mojarse trasladando su preocupación. «Si no hay futuro en la zona desde el punto de vista de los puestos de trabajo, si todo lo hipotecamos al turismo, A Mariña no tiene futuro. Bueno sería que hubiese otro tipo de iniciativas que diesen seguridad a los jóvenes, a los niños, al futuro...», explicó el prelado. Y añadió: «Yo vengo de una zona realmente despoblada, de Castilla, y veo que aquí todavía podemos hacer algo para frenar esa despoblación. Pero eso pasa por hacer inversiones en industria y en infraestructuras para que las empresas vean que aquí hay futuro. Si no hay futuro, las comunidades se van perdiendo».n opinión de García Cadiñanos, «la sociedad tiene una labor muy importante» en ese ámbito. «Se necesita una colaboración mixta. No todo hay que hipotecarlo a manos del Estado», manifestó. Durante el encuentro, hizo referencia a los lugares donde estuvo presente en el 2023 y a otras «preocupaciones» que tiene en relación con la diócesis. Y ahí volvió a sobresalir su vertiente humana, al recordar con palabras «de cariño y acompañamiento» a las familias de los cuatro jóvenes de Ribadeo que perdieron la vida en un accidente de tráfico en Xove la pasada primavera, o la marcha de Ribadeo de la congregación de Marta y María, que implicó el cierre del asilo donde residían más de una treintena de ancianos.

«A veces parece que la Iglesia se preocupa más de las piedras que de las personas, y yo siempre insisto en que lo primero son las personas y luego las piedras», Fernando García Cadiñanos, obispo de la diócesis Mondoñedo-Ferrol

García Cadiñanos también habló sobre la crisis del sector pesquero. «Está lo de los pélets, que a veces se está politizando, pero lo que nos tiene que preocupar es la gran cantidad de basura que estamos llevando al mar y que vuelve». Y quiso experesar su «cercanía y solidaridad con la gente que vive del mar, que cada vez es menos». «Me gustaría —expresó— que la transformación que afronta el sector sea lo más humana posible y no se fije solo en los intereses económicos». También le preocupa la prostitución en la zona A Mariña, con mujeres en situación de vulnerabilidad procedentes en muchos casos de países como Colombia, Venezuela o Paraguay que acaban en manos «de proxenetas o de mafias» debido a la debilidad económica y social que sufren. «Acaban en una situación de esclavitud y hay que denunciarlo», denunció.

Dos problemas más: el acceso a la vivienda y la falta de recursos para las personas sin hogar

Durante el desayuno informativo en Betania, el obispo lamentó que el acceso a la vivienda sea tan complicado en A Mariña. Hizo alusión a familias trabajadoras que, simplemente por cambiar de trabajo y mudarse a otro municipio, encuentran dificultades para encontrar, por ejemplo, un piso. «Está todo muy condicionado al sector turístico y eso reduce la oferta», expuso García Cadiñanos que destacó que, si para la gente en una «situación normalizada» el acceso ya se complica, para quienes se encuentran en situaciones más precarias, como inmigrantes a los que ayuda Cáritas, el panorama es aún mucho peor. También subrayó que en la comarca no existen recursos asistenciales para las personas sin hogar. «Es una zona muy de paso, con bolsas de personas en esta situación», dijo.

Signos positivos

Con todo, en la diócesis también se han gestado «signos positivos», según destacó García Cadiñanos, que hizo referencia, entre otros, a proyectos de atención a la infancia en Foz, con el San Aníbal, o en Viveiro, con Cáritas y el Concello; o a la Mesa social de infancia y familia; a los protocolos de prevención de Protege, a los encuentros JMJ en Viveiro o a la fusión en uno solo de los tres arciprestazgos de A Mariña.

Un proyecto para el cementerio de Barreiros, donde cayeron nichos, e iluminación en la Catedral

El obispo de Mondoñedo-Ferrol aprovechó el encuentro con periodistas para avanzar algunos de los proyectos en los que está inmerso el Obispado. Destaca el proyecto que se ha encargado a una arquitecta para la renovación de las tapias y un estudio geológico de cara a la ampliación del cementerio de Barreiros, donde el mes pasado cayó una pared dejando a la vista féretros y alguna calavera. García Cadiñanos destacó que la alcaldesa barreirense, Ana Ermida, se ha mostrado «muy colaboradora» para buscar financiación, y que han contactado con las familias que tienen nichos en la zona que está en peligro, que se ha asegurado, pero sigue en riesgo. Recordó que «la Iglesia no tiene competencia en política mortuoria», y que está realizando una labor subsidiaria «en muchos casos en solitario» en el mantenimiento de camposantos «por historia en el territorio». «Sería bueno —añadió— que las Administraciones reconociesen esa labor y, al menos, ayudasen en obras extraordinarias».

Fundación Endesa

Por otra parte, el obispo avanzó que la Fundación Endesa aportará 150.000 euros para la renovación de la iluminación de la Catedral de Mondoñedo. «Se hará por seguridad, para evitar posibles incendios», dijo.