La NASA desvela cómo la devastación de los incendios cubre de humo casi toda Galicia
GALICIA

Las imágenes de la agencia norteamericana y del servicio Copernicus de las últimas horas permiten advertir la magnitud de los fuegos, entre los más grandes de la historia reciente de Galicia
15 ago 2025 . Actualizado a las 19:19 h.Una decena de incendios forestales siguen activos este viernes en Galicia, concentrados todos ellos en Ourense (salvo uno en la provincia de A Coruña, en Toques). Todos ellos han consumido en la última semana alrededor de 32.000 hectáreas, diez veces más que en todo el último año. Y sus consecuencias se están viendo en buena parte de Galicia a cientos de kiómetros, con humo oscureciendo los cielos.
De acuerdo con el último balance de la Consellería de Medio Rural, además del fuego de Toques (con unas 200 hectáreas) están activos nueve en Ourense, el más grande, en Chandrexa de Queixa, donde se unieron los focos de Requeixo y Parafita con más de 11.000 hectáreas quemadas; va camino de ser el que más superficie ha arrasado en la comunidad en la historia reciente, por ahora solo por detrás del de Folgoso do Caurel del 2022. Los otros se sitúan en Maceda (Santiso y Castro de Escuadro, que también se unieron, con 2.500 hectáreas), Oímbra-A Granxa (8.000) y A Mezquita-A Esculqueira (8.000), tres que también están ya entre los más grandes de los últimos diez años en Galicia. Y hay que sumar Vilardevós-Vilar de Cervos (500 hectáreas), Vilardevós-Moialde (100), Vilardevós-Fumaces y A Trepa (50), Vilariño de Conso-Mormentelos (250) y Larouco-Seadur (800).
Conviene recordar que no son todos los incendios activos en Galicia, puesto que la Xunta solo comunica aquellos que superan las 20 hectáreas, los que afectan a espacios naturales, o aquellos en los que se decreta una situación especial por cercanía a viviendas, aunque no lleguen a ese mínimo de 20.

¿Y cómo se advierte la magnitud de la catástrofe? Pues por el enorme volumen de medios desplazados, pero también con una mirada desde el cielo. En las últimas horas la ha proporcionado el servicio Copernicus, el programa de la Unión Europea de observación y monitorización de la Tierra. Proporciona datos de manera operacional y servicios de información gracias a una gran variedad de tecnologías, que van desde los satélites en el espacio a los sistemas de medición en tierra, mar y aire. La NASA también ofrece este viernes imágenes que permiten advertir la magnitud de la catástrofe.
Y gracias a esas tomas se aprecia la enorme superficie calcinada en Chandrexa tras unirse hace 24 horas dos grandes focos; el fuego vivo en A Mezquita; y el terreno abrasado en Oímbra. También se pueden apreciar las nubes de humo que han levantado.
Desde primera hora de la mañana, el cielo de la ciudad de Ourense está cubierto de humo y, por momentos, cae una fina lluvia de ceniza. A esta situación se suma el viento, y el calor, que a primera hora de la tarde se acerca a los 37 grados. La calidad del aire en las zonas afectadas por los incendios forestales es pésima y, en la capital y en el resto de la provincia es muy mala, según los datos que recoge Meteogalicia en las estaciones con las que cuenta en Ourense.
Empeora la calidad del aire también en Lugo
La calidad del aire en Lugo ciudad ha ido empeorando a medida que ha transcurrido la jornada del 15 de agosto. Las previsiones apuntaban a que hoy se alcanzarían temperaturas máximas superiores a los 37 grados, pero la ciudad ya amaneció cubierta y a medida que fue pasando la jornada fue creciendo la intensidad del humo y de las partículas en suspensión que provienen de los incendios de Ourense y del centro de Galicia, hasta el punto de que el sol quedó casi tapado, con aspecto rojizo.
La estación que tiene Meteogalicia en Fingoi señala niveles más altos de lo normal sobre la calidad del aire que se respira en la ciudad, aunque de momento no es peligroso. Se está cerca de parámetros que recomiendan a las personas con problemas respiratorios que cuiden al máximo la exposición al aire libre.
Además, Meteogalicia avisa que hay riesgo de la llegada de polvo en suspensión subsahariano, lo que incrementa la sensación de encapotamiento que vive la capital lucense.
A pesar de que el cielo está cubierto, la sensación de calor es alta. La temperatura máxima que se ha registrado este viernes es de 32,5 grados, con una humedad del 82 %, lo que genera sensación de bochorno y de mayor sensación térmica.