La multinacional, que ha invertido el 20 % de lo comprometido y tiene el horno de cocción de ánodos por construir, concreta las «condiciones específicas» que exige para una venta «incierta»
31 may 2024 . Actualizado a las 10:21 h.Alcoa ha anunciado este miércoles una serie de «condiciones específicas» que requiere para vender el complejo industrial de San Cibrao. Entre ellas, señala, que el inversor acepte «todas las obligaciones y responsabilidades vinculadas al negocio, incluyendo el acuerdo de viabilidad» que la propia multinacional firmó con la plantilla. De este modo, la multinacional trasladaría al comprador la responsabilidad de cumplir con el pacto, principalmente en lo relativo a la construcción de un horno de cocción de ánodos grandes, inversión estimada en 109 millones de dólares y que la empresa congeló sine die a finales del año pasado.
El comité urgió días atrás a Alcoa a concretar las inversiones y cumplir «de principio a fin» el acuerdo firmado, puesto que las mejoras son «lo más importante» para el futuro del complejo industrial, «independientemente del nombre de la empresa que lleven los empleados en su camisa de trabajo».
La titular del complejo aluminero de A Mariña reclama también a los potenciales compradores «fortaleza financiera y capacidades técnicas para asegurar la continuidad de la operación» y que demuestre «las garantías adecuadas para cubrir futuras contingencias o responsabilidades», además de capacidad de llevar a cabo un proceso de due-dilligence «de manera adecuada».
Además de cumplir con el acuerdo de viabilidad, el comprador debe comprometerse, según lo expuesto por Alcoa, con «el convenio colectivo y los acuerdos con proveedores, clientes y otros», y también con las «responsabilidades ambientales» relativas al complejo industrial.
Estas condiciones, argumenta la compañía radicada en Pittsburgh, «deberán permitir una transferencia exitosa del complejo e incluir garantías tanto para Alcoa como para nuestros empleados».
Respecto a las ofertas no vinculantes recibidas, Alcoa no aporta más información, acogiéndose a los acuerdos de confidencialidad. «Nos encontramos analizando las respuestas de los interesados en las plantas», expone, haciendo hincapié en que el resultado del proceso de venta «es incierto».
Tanto, que la compañía sigue hablando de «dos potenciales vías paralelas» para el futuro de San Cibrao: «que Alcoa siga operando el complejo y explorar una potencial venta», señala.
La multinacional asegura trabajar en la opción de continuar como titular de las instalaciones, «lo que incluye la búsqueda de suministros de energía competitivos y trabajar en aspectos técnicos clave como asegurar el permiso para el recrecido del depósito de barros rojos (DBR), entre otras acciones». La CIG alertó recientemente sobre el retraso de la tramitación de la balsa de lodos, dependiente en última instancia del Gobierno autonómico, alertando sobre el riesgo de una posible parada de la refinería. Según su versión, la empresa tiene pendiente un informe para caracterizar los residuos como «no peligrosos», estudio que podría requerir de cuatro meses de concreción «sen garante ningún de que a Xunta o acepte como válido».
«Seguiremos trabajando para encontrar una solución del interés de la compañía y de nuestros empleados», concluye Alcoa.
El comité denuncia un «desprecio» por parte de la multinacional y exige que se convoque la mesa
El comité de empresa explicó ayer que el pasado viernes, 24 de mayo, solicitó «una reunión urgente» de la mesa de seguimiento por el futuro de la producción de aluminio en A Mariña, «a raíz de las últimas noticias de Alcoa publicadas en prensa».
La representación de los trabajadores denuncia que Alcoa «sigue despreciando tanto al comité como a los trabajadores a la hora de realizar sus comunicaciones».
Los sindicatos afirman «no disponer de información suficiente para hacer una valoración del comunicado de Alcoa, y contamos con tenerla en la próxima reunión de seguimiento pendiente de convocatoria».