
Puede ser la única iniciativa que salga en el BOE tras su ponencia, presencia y debate en sede parlamentaria. Algunos que hicimos de nuestras vidas una profesión que nada tuvo que ver con la profesión de político y sí con el servicio público constante y desde la política tan solo coyuntural, hemos descubierto que entre insultos, imputaciones, sobre actuaciones, señalamientos de ultras, achique de espacios en las caducas derechas e izquierdas, alguien logró colocar el problema de esa enfermedad social que es la adicción a máquinas que se han hecho dueñas de nuestro tiempo para que perdamos el tiempo que debemos dedicar a cuestiones vitales propias del humanismo. Unas máquinas nos marcan el paso y cada poco tiempo nos obligan a dedicar más tiempo a su dominio.
Si eres consciente de que por un uso excesivo del móvil estás desatendiendo a tu trabajo, a los estudios, a tu familia, y además estás dejando de realizar otras actividades de disfrute porque no eres capaz de pasar un rato sin mirarlo, es posible que tengas adicción al móvil.
La adicción al móvil se conoce como nomofobia, y se refiere a un patrón de comportamiento compulsivo y problemático en relación con el uso excesivo y descontrolado del teléfono móvil. Las personas que sufren de adicción al móvil experimentan una necesidad constante de estar conectadas y utilizan su teléfono de manera excesiva, incluso en situaciones inapropiadas o perjudiciales. Las personas pueden recurrir a sus teléfonos móviles para evitar enfrentarse a la soledad, el aburrimiento, el estrés o la ansiedad. La persona con adicción al teléfono móvil prefiere pasar tiempo con el dispositivo, en lugar de participar en actividades sociales, familiares, académicas o laborales.
Consecuencias de esta adicción: aislamiento social y desconexión con las relaciones sociales. Dificultades académicas o laborales por bajo rendimiento. Problemas de sueño, fatiga y somnolencia diurna. Impacto en la salud física, como dolor de cuello, de hombros, fatiga visual. Riesgos de accidentes por distracciones con el móvil. Problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad y el estrés, así como bajo estado del ánimo, de la autoestima y de la calidad de vida en general.
Cada vez son más los expertos en ciencias para la salud que se preocupan y ocupan de las adicciones, y así al menos hay diez que son causa de ENFERMEDAD SOCIAL. Causa en el seno de la sociedad. Dependencia ligada a los comportamientos sociales. Necesidad de aumentar la "dosis". Síndrome de abstinencia cuando no se puede acceder. El tratamiento no puede ser tan solo individual, hay que realizarlo tanto en el conjunto de la sociedad como desde la condición social del propio enfermo. Las diez que forman parte del problema nosológico: drogas, alcohol, juego, sexo, compras, comida, trabajo, pornografía, tecnología, actividad física. No dejemos en el olvido: comportamientos de riesgo y cirugía plástica.
Todas estas condiciones se dan con los "celulares". Como define la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción es una enfermedad física y mental que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Es una enfermedad crónica, progresiva y a veces mortal que se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Las adicciones se desarrollan a través de episodios continuos de pérdida de control, distorsiones del pensamiento y negación absoluta ante la enfermedad. La persona ante su deseo de cesar o abandonar el consumo de sustancias o comportamientos por las terribles consecuencias personales, familiares y sociales que le causa, se siente incapacitado para dejarlo.
* Pablo Mosquera, médico.