El municipio es mucho más que playas, un recurso abundante y atractivo aquí. Con otros también se respira calma e historia
12 ago 2024 . Actualizado a las 10:04 h.Seguro que a una buena parte de los visitantes que conocen Foz, indistintamente del grado, se les viene una imagen a la cabeza del municipio y es la de A Rapadoira. Es una de las joyas de su litoral, por su ubicación céntrica y porque es toda una referencia incluso a nivel festivo pues su entorno urbano goza de numerosas actividades desde festivas hasta culturales y pasando por las iniciativas de la hostelería de la zona.
Se convierte en un punto bullicioso y neurálgico en verano pero, para quien busca un poco más de calma, existen otras alternativas a lo largo de la costa como otros arenales de apariencia salvaje, a muy pocos kilómetros, en un paraje de menor presión constructiva. En algunas plataformas digitales se contabilizan un total de 16, con enclaves propicios, por ejemplo, para la práctica del surf como es Arealonga. Las hay incluso algo aisladas como la de Xuncos. Pero tampoco podemos olvidarnos de Llas, Pampillosa, Areoura... Existe un sendero costero precioso a lo largo del litoral focense y es una delicia pasearlo. Las actividades náuticas, ligadas también a la zona portuaria, suman puntos en verano.
Hacia el interior, al rico valor patrimonial local le aporta mayor categoría el contar con la basílica de San Martiño, en la parroquia del mismo nombre, junto a la instalación en la que Daniel Caxigueiro combina magistralmente el arte de la naturaleza con el de sus manos escultoras. Es Espazo Caritel, con un jardín botánico digno de visitar.
Otros encantos
Podemos añadir a la lista la ría del Masma de valor ornitológico, el Centro de Interpretación o Cenima (con exposición ahora de Otero Regal) o los carnavales, ya fuera de temporada veraniega.