Decía Isabel Méndez, gerente de la Asociación del Centro Comercial Histórico de Viveiro -que acaba de recibir el Premio Galego de Comercio 2025-, que los precios de los alquileres de locales, de tan elevados, están frenando el desarrollo comercial de la ciudad. Que hay firmas y emprendedores interesados en abrir negocios, pero lo tienen francamente difícil por los alquileres; porque luego aún hay que sumar impuestos y tasa de autónomos. Ella sabe de lo que habla, lleva 14 años en la gerencia del CCHV. También es cierto que no es un problema exclusivo de Viveiro, sino general.
La actividad comercial es el verdadero pulso de una localidad o ciudad. Si el comercio falla, si el pulso es bajo, esa localidad no tiene vida. Por el contrario, un comercio vivo alegra a una comunidad; no hay más que verlo cuando se promueve una campaña comercial, ya sea el Ribadeo Indiano, cuando el comercio de Foz saca sus productos a la calle o cuando Viveiro celebra una de sus campañas promocionales por las que ha sido premiado.
Pero también es verdad que los dueños de locales tienen todo el derecho a decidir sobre su propiedad.
Y no ocurre solo con los precios de los alquileres de locales comerciales. También está pasando con los alquileres de pisos, cada vez más escasos porque aumentan las viviendas dedicadas al turismo; no bajan -de media- de 550 euros en las principales localidades costeras y dejándolos en muchos casos en verano.