Burela subasta a 11,4 euros los primeros bonitos de otra costera que arranca mal
BURELA
Dos barcos vascos tardaron tres semanas en capturar ocho toneladas vendidas ayer
15 jun 2018 . Actualizado a las 12:34 h.Como en la bolsa, en la campaña bonitera rige la norma de que rentabilidades presentes no garantizan ni desvalorizan las futuras. Los primeros bonitos frescos de Galicia se subastaron ayer en la lonja de Burela a una media de 11,4 euros el kilo, y el máximo en la venta matinal llegó a 14,1. No como en algún puerto, con precios desorbitados por pocas piezas que después desinfla el promedio de las descargas del barco. Buenas cotizaciones en el inicio de la costera, pero con las tripulaciones con idénticas impresiones que en las últimas: arranca mal, porque el pescado no aparece.
Aún quedan muchos meses por delante para valorar una pesquería artesanal, selectiva y respetuosa con el medio ambiente, que suele prolongarse hasta finales de septiembre. También es habitual -porque cada vez menos barcos se dedican al bonito- que cada año les resulte más complicado localizarlo en su migración anual de las Azores a Irlanda o al golfo de Vizcaya. Alrededor de tres semanas tardaron los dos barcos vascos en capturar las cuatro toneladas que cada uno de ellos comercializó en Burela.
Cuentan en la lonja que en el primero se mostraban satisfechos tras la puja de unos catorce compradores a las seis de la madrugada. Al bermeano Matxaku no le salió mal la primera marea de la costera: unos 45.000 euros por tres semanas de trabajo con seis hombres a bordo. Claro que de ahí hay que descontar el combustible de tantos días por el Atlántico norte tras los bancos de túnido, navegando de día y parando de noche, las cotizaciones sociales, los víveres, los salarios...
Armadores de Burela, gestora de la lonja de la capital gallega del bonito del norte, lo subasta al amanecer, pero procura adaptarse a las demandas del mercado y a las necesidades de la flota, explica su gerente Miguel Neira. De ahí que a las ocho de la tarde de ayer pusiese a la venta otros cuatro mil kilos, la pesca de tres semanas de mar de otra embarcación de Bermeo, el Koroko.
Matxaku y Koroko, dos palangreros de fondo, de 23 y 21 metros de eslora y de poliéster, con licencia para el caladero nacional, que de junio y septiembre tratan de compensar con el bonito exiguas cuotas en pesquerías a las que se dedican el resto del año.
Gracias a ellos, ya están en los mercados y en los restaurantes los bonitos del norte frescos que salen de la lonja de Burela con la etiqueta plástica de color verde que acredita que han sido capturados con anzuelo, uno a uno.