Mondoñedo y sus distritos, editora de Do Noso Lar, cumple 100 años en agosto

La Voz

MONDOÑEDO

ARCHIVO MARTÍN FERNÁNDEZ

12 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

José M. Miranda Luaces presidió en 1910 Hijos de Mondoñedo en Buenos Aires, la primera sociedad mindoniense legalmente constituida en el país, continuadora de la agrupación Mindonienses en Argentina también presidida por él. Era un hombre conservador y carlista, implicado con Mondoñedo a quien hizo grandes servicios y donaciones. En 1906 ya había promovido un homenaje a Veiga en Buenos Aires con el fin de trasladar sus restos desde Madrid y construir un mausoleo en su ciudad natal.

El 22 de agosto de 1920 nació Mondoñedo y sus Distritos. Fue a iniciativa de Ricardo Veiga González, Alfredo Parga, Valentín González, Nicanor Flores, Manuel López Seivane, Víctor Doménech, Ladislao y José Coldeira, Juan García, Lisardo García y José Fraga. Su fin era fomentar la cultura, la protección del arte y el recreo.

Era una generación distinta a la de Miranda. Más jóvenes y con más inquietudes sociales, culturales y políticas. No congeniaron bien. En el artículo Ayer y hoy, publicado en Do Noso Lar en 1923, se dice que hasta 1903 “nada se hizo en Argentina para honrar a la ciudad del Masma”. Si bien reconoce que ese año se creó el Orfeón Mindoniense, al que valora pero que se extinguió en 1907 porque la creación del Centro Gallego “restó entusiasmos y menguó vitalidad”. Y tras él, dice que pasaron años hasta surgir Hijos de Mondoñedo que “murió antes de abandonar los pañales”...

Mondoñedo y sus Distritos publicó en 1923 Do Noso Lar con motivo de la fiesta de Los Remedios. Fue una iniciativa singular entre las sociedades de emigrantes pues resume la historia de la ciudad y es una auténtica carta de naturaleza y presentación de ella y de su significado histórico y cultural.

La idea surgió de una directiva que presidía Víctor Domenech y en la que José Rey Rodríguez era vicepresidente; Jaime García Zapico, secretario; Manuel Fernández Díaz, secretario de actas; Antonio Losada, prosecretario; Florentino López, tesorero; Ramón Román Ramos, protesorero; Antonio Piñeiroa, José Fraga y Manuel Alonso, revisores de cuentas; y Ricardo Veiga González, José Mª Cendán, Manuel Guerrero; José Mª Maseda; José Mª Barros y Antonio García Salaverri, vocales.

En 1925, presidió la junta Fernando Lorenzo Rico, promotor y mecenas del Centro Gallego y dinamizador del galleguismo y la cultura en Buenos Aires. Tenía a José Villar Fernández, vicepresidente; Antonio Losada, secretario; Arcadio del Riego, secretario de actas; Manuel Fernández, prosecretario; José Díaz Rodríguez, tesorero; Nicanor Insua, protesorero; y Doménech, Piñeiroa, Manuel Villaba y Guillermo J. González, vocales.

Mondoñedo y sus Distritos editó de 1926 a 1928 la revista Mondoñedo que informaba de asuntos de la sociedad, de Galicia y la comarca con especial defensa de los intereses locales como el paso por la ciudad del ferrocarril central gallego. Contiene artículos y colaboraciones varias.

Un legado permanente y otro desaparecido, y una ocasión para estudiarlo

Los emigrantes de Mondoñedo hicieron grandes aportaciones a su ciudad. Desde los fondos para trasladar los restos de Veiga y construir su mausoleo en 1911, hasta las tres placas de bronce, remitidas en 1930 a Polo Folgueira, para colocar el Día de América de As San Lucas de ese año en las calles de Leiras Pulpeiro ?que colocó el alcalde José Mª Álvarez Mon-, de Noriega ?por el representante de la sociedad, Pesqueira- y de Veiga, inaugurada por el galleguista Isidoro Millán.

Estas placas aún embellecen hoy la ciudad. No así las que enviaron para el mausoleo de Veiga, que desapareció, lo mismo ?según el historiador Andrés García Doural- que dos de las tres columnas de fundición remitidas en 1933 para señalar la Avenida de Buenos Aires. La de su inicio aún perdura pero las instaladas al lado de la capilla de San Antonio del Carrascal y en su final, en A Faxina, ya no están.

Los emigrantes levantaron edificios, financiaron la cultura (el libro Do Ermo), el patrimonio (en la ermita de San Roque o la parroquia del Carmen, a cargo del sacerdote emigrante José Antonio González Rivas) y reactivaron la economía mindoniense, entre otros aspectos.

El próximo 22 de agosto de 2020 ?centenario de Mondoñedo y sus Distritos- podría ser una buena ocasión para que instituciones e historiadores locales -los citados García Doural y Cidre Fernández o Antonio Reigosa, Armando Requeixo, Xe Freire, Antonio Meilán, Francisco Piñeiro, César Cunqueiro, César Morán, Pedro y José Mª Díaz Fernández, Ruiz Leivas, Roberto Reigosa o Abel Vigo, entre otros- aportasen nuevos puntos de vista en jornadas y charlas para poner en valor el rico legado emigrante.

martinfvizoso@gmail.com

Una joya bibliográfica que recoge el alma de la ciudad

Do Noso Lar es una joya bibliográfica de 96 páginas que el Concello debería reeditar. La comisión redactora estuvo formada por Fernando Lorenzo Rico, Ricardo Veiga, Víctor Domenech, Florentino López, Antonio Piñeiroa y Manuel Fernández Díaz.

Su portada es una ilustración del dibujante Patricio Cayón y contiene retratos de Noriega Varela y su hija Cándida, Lence Santar, Veiga, el cura Manuel Somorrostro, el fotógrafo Pernas Salazar, Leiras, Villamil y Castro, el obispo de Riotorto Justo Rivas, el gaiteiro Couruxeiras, Patricio Cayón, J. Polo Folgueira, delegado de la sociedad, una foto de cada directivo en 1923 y de los 26 que tuvo la sociedad entre 1920 y 1923.

Sus imágenes son de Mondoñedo, la Catedral, el salto de Tronceda, O Pasatempo, Os Remedios, la cárcel y el hospital, el Cantón, Os Pelamios, la empresa de mármol de Sasdónigas, A Fabega, Montedarca, Masma, una montería en Sobrade (Abadín), fiestas de emigrantes, sus placas o La Mariscala. Hay también fotos e historias de Mondoñedo (7), Alfoz (2), O Valadouro (8), Abadín (2), Lourenzá (7), Riotorto (8), A Pastoriza (4) y Foz (7).

Do Noso Lar publica siete páginas de Lence sobre poetas de Mondoñedo (Antonio Mª de Castro y Neira, Luis y José Mª Corral, Guillermo Alonso, Francisco de Paula Buón, Felipe Lence, Leiras Pulpeiro y Noriega Varela) y 16 poemas de Salustiano Rodríguez Celeiro, Ángeles Vázquez, Carré Alvarellos, Miguel Revestido, Noriega, Jesús Calviño, Julio Rodríguez Meire, anónimo, Carré Aldao, Lence, F. Salgado y López Quiroga, García Dóriga, Rogelio Rodríguez Díaz y Leiras. Incluye también artículos de Gaspar F. Oitabén, Polo Folgueira, Emilio Tapia, Ricardo Valcarce, Lence, Leopoldo Rojo, Pla y Zubiri, Joaquín R. Rodríguez, Lorenzo Rico, Raúl Veiga y Antón Villar Ponte.

Ese año de 1923, Mondoñedo tenía 10.460 habitantes (3.340 en el casco), alumbrado eléctrico, notables industrias, buen comercio y emblemáticos edificios y parroquias que el álbum describe con elegancia y minuciosidad.